De dormir al raso de manera anónima a formar parte del paisaje urbano. German y Juan son dos barceloneses que se vieron obligados a dormir en la calle durante una época de su vida, pero ahora su imagen forma parte de la ciudad una vez un proyecto artístico los ha visibilizado. Se trata de una iniciativa de la Fundació Arrels para el proyecto #Visibles, por medio del cual han prestado su imagen para formar murales en fachadas de edificios del barrio del Fort Pienc, en el distrito del Eixample, donde anteriormente se vieron obligados a pernoctar. En el caso de German, en la plaza Fort Pienc, ante la escuela pública y en el de Juan delante de una fachada en la calle Marina.

Según ha informado el distrito, la iniciativa artística quiere romper con el estigma de las personas sin hogar y cambiar la percepción sobre ellas de la sociedad para que dejen de ser invisibles. De hecho, en la web de Arrels Juan explica que estuvo "en la calle un año, pero para mí fueron como cien años". "No le deseo a nadie, la vida es difícil, especialmente en invierno," añade. Por su parte, German afirma que "vivir en la calle es peor que el infierno, allí una persona se pudre". Además, la Fundació Arrels señala que con esta propuesta se quiere dar "visibilidad a las personas sin hogar y hacer reflexionar la ciudadanía desde la calle, el espacio donde viven estas personas, desde una vertiente artística urbana, directa y sin filtros".

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Mural de German en la plaza del Fort Pienc / AjBCN

Las fotografías del artista Teo Vázquez se acompañan de un código QR desde el cual los peatones pueden conocer un poco más de su trayectoria vital. En total son trece historias de vida vinculadas a Arrels, una pequeña representación de las actualmente más de 1.100 personas que viven en la calle en Barcelona. "Me gusta la idea de dar visibilidad a las personas que viven en la calle y hacerlas un homenaje", ha afirmado Vázquez, que ha compartido todo el proceso creativo con las personas que ha retratado: "Ha sido una experiencia magnífica conocer estas personas y sus historias; aprender que cuando no tienes casa, las paredes de la calle son invisibles y todo el mundo te puede ver, que cuando la gente pasa por tu lado te mira desde arriba. Con estos murales en diferentes fachadas eso cambia y la persona que antes dormía allí en la calle ahora mira desde arriba", relata.

Mural en la Vía Trajana

Esta iniciativa artística coincide en el tiempo con la que se ha llevado a cabo en la Via Trajana, en el barrio de la Verneda i la Pau del distrito de Sant Martí. En este caso se trata de un mural de tamaño casi monumental formado por más de 3.000 fotografías que luce en un muro de la Via Trajana como testimonio del presente y del pasado de esta zona del barrio. El mural fotográfico, situado en un muro exterior del Casal Infantil El Drac (Via Trajana, 20), tiene dos niveles de lectura. El primero, visto de lejos, es la reconstrucción de un edificio histórico; la segunda, vista de cerca, es una recopilación de miles de fotos singularizadas donde los vecinos pueden buscarse a ellos mismos o recordar a otras personas, en un ejercicio que combina memoria y acción social con el objetivo de generar espíritu de comunidad.