El Port de Barcelona ha retirado la licitación de la futura terminal G de cruceros, según consta en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La infraestructura abrió un concurso público a finales de noviembre después de constatar que había dos propuestas interesadas: una de Royal Caribbean Group y otra conjunta de las navieras Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises. Estas tres últimas navieras han presentado un recurso al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), donde piden la "suspensión inmediata de la licitación" porque consideran que los requisitos se han diseñado "para adjudicar directamente" la concesión a Royal Caribbean.

Ante la denuncia, la Autoridad Portuaria de Barcelona decidió suspender la convocatoria de concurso público, tal como publicó el pasado 9 de marzo el BOE, aunque no se especifican los motivos. El Port de Barcelona ha declinado hacer ningún comentario. Por su parte, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya han confirmado que la sección quinta de la sala contenciosa administrativa admitió a trámite el recurso contra el acuerdo del Consejo de Administración del Puerto y que se solicitaron medidas cautelares, en referencia a la suspensión de la licitación.

A la espera de los servicios jurídicos

El Port de Barcelona ha tomado una decisión drástica y, "por prudencia", ha retirado la licitación a la espera de que los servicios jurídicos analicen el tema; esta es la decisión de que se recoge en el BOE. El nuevo espacio para cruceros es el último disponible en el Puerto de la capital catalana, tiene una superficie de 57.560 metros cuadrados y va ligado a una concesión de 35 años. La idea es construir un edificio sostenible en el espacio para facilitar el tráfico de pasajeros que no paran de aumentar.

Una adjudicación directa con "apariencia de concurso"

Las tres navieras que presentaron el recurso consideran que los requisitos del pliegue se han diseñado para adjudicar directamente bajo la apariencia de concurso la concesión de la terminal a Royal Caribbean excluyendo cualquier otro licitador y que, por lo tanto, hay una "flagrante infracción" de los principios de libre concurrencia, según consta en el recurso publicado por El Confidencial. Asimismo, apunta que uno de los requisitos que hace ganar puntos a la licitación es disponer de barcos con esloras superiores a los 350 metros y expone en una comparativa entre 33 compañías que Royal Caribbean es la única que dispone de este tipo de cruceros, con seis unidades. Otro de los argumentos que utiliza es que el anterior presidente del Puerto, Damià Calvet, dio por hecho públicamente que la gestión de la terminal sería para la compañía Royal Caribbean.

Finalmente, ante la concurrencia de una las navieras Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises presentaron una propuesta conjunta para optar a la explotación de la terminal y tal como establece la Ley de Puertos del Estado y de Marina Mercant el consejo de administración del Port de Barcelona convocó el concurso, que ahora ha quedado suspendido.

Las condiciones del Port de Barcelona

En el concurso publicado en diciembre, el Port de Barcelona estableció otros condicionantes como las mejoras ambientales y de sostenibilidad en el sector, que la infraestructura dispusiera de los sistemas Onshore Power Supply (OPS) para conectar los barcos a la red eléctrica cuando estén atracados; que la terminal fuera sostenible y con un diseño respetuoso con el medio ambiente y que se ofrecieran soluciones de movilidad para afrontar un incremento de pasajeros, entre otros, como el uso de combustibles verdes.