El plenario municipal de lo Ayuntamiento de Barcelona del mes de mayo, celebrado este viernes, ha aprobado una declaración institucional que rechaza la sentencia del Tribunal Supremo respecto de las pinturas murales del siglo XIII provenientes del monasterio de Sijena, en Aragón, actualmente depositadas en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y que obliga a desmontar la instalación actual para qué las obras -que fueron salvadas en el marco de la Guerra Civil- sean devueltas a Aragón. La declaración institucional fue presentada por el grupo municipal de Junts per Barcelona, y la han firmado también los grupos del PSC, BComú y ERC. PP y Vox no han firmado esta declaración institucional.
El texto propone tres puntos, el primero de los cuales manifiesta por parte del Ayuntamiento de Barcelona "su apoyo absoluto al Museu Nacional d'Art de Catalunya ante la sentencia del Tribunal Supremo sobre las pinturas murales de Sijena, reconociendo la profesionalidad y el rigor con que esta institución ha custodiado y preservado este patrimonio durante décadas". Un segundo punto "expresa su preocupación por el precedente que este fallo judicial establece con respecto a la gestión y conservación del patrimonio, así como por las implicaciones que puede tener para otras instituciones culturales de la ciudad". Finalmente, el tercer punto reclama "priorizar los criterios técnicos y científicos de conservación por encima de cualquier otra consideración en la ejecución de la sentencia".
Este posicionamiento del Ayuntamiento de Barcelona llega en un momento en que la sentencia del Supremo sobre el arte mural de Sijena ha puesto sobre la mesa el riesgo de que las pinturas se estropeen de manera irremediable si llegan a ser extraídas de su entorno actual, donde disfrutan de las mejores condiciones posibles de conservación para unos frescos que sufrieron un incendio el año 1936. En este contexto, Carme Ramells, jefa de área de restauración y conservación preventiva del MNAC, ha señalado recientemente que hay un "riesgo elevadísimo" de estropear las pinturas a causa de la "fragilidad" y la alta sensibilidad a los cambios.
Asimismo, también crece la sensación de que hay un tratamiento desigual con respecto a las obras de arte, ya que en otros casos en que se ha reclamado el retorno a sus lugares de origen, como es el caso de la Dama de Elche y los Bueyes de Costitx, obras situadas en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, se ha hecho caso a los informes técnicos que desaconsejan el traslado, mientras que en este caso prevalece una sentencia judicial que no tiene en cuenta ningún informe técnico, sino únicamente el litigio en lo referente a la propiedad de las pinturas murales.