CiU de Barcelona no se pondrá líneas rojas y abrirá negociaciones con todos los grupos municipales, sin exclusiones, para configurar un gobierno alternativo en la capital catalana. Así lo ha comunicado el portavoz convergente al Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, que ha anunciado el comienzo de una ronda de contactos con el resto de partidos la próxima semana. La primera reunión será con ERC y después le seguirán los otros grupos de la oposición. El movimiento de CiU llega después de que desde la formación se haya constatado que una mayoría de miembros del consistorio "están en contra de las políticas del Ayuntamiento".

La aritmética del consistorio convierte en un reto llegar a una mayoría de 21 concejales. No obstante, desde CiU se sienten responsables de configurar una alternativa de gobierno para conseguir varios objetivos, como el fomento de la economía productiva y la generación de puestos de trabajo. Por otra parte, también ha justificado la necesidad de un acuerdo por los problemas de seguridad ciudadana, la falta de civismo y la pérdida de fuerza de la marca Barcelona: "Tenemos que ser una capital de país y también un referente internacional", ha reivindicado. Con todo, el portavoz ha recordado que CiU "ya gobernó con sólo 14 escaños y pactando con PSC, PP y ERC".

Forn ha señalado ERC y la CUP como principales "terrenos a explorar", aunque no ha querido excluir en el resto de grupos de la oposición. Este pacto plural, según ha reconocido el mismo Forn, será complicado por dos razones: la diversidad ideológica y la integración del PSC en el gobierno municipal. Precisamente, sobre los socialistas, el portavoz de CiU ha destacado las sintonías en determinadas cuestiones, como la ordenanza de terrazas.

El proceso no impedirá el acuerdo

Forn ha asegurado que el proceso independentista no será un dificultad para negociar con PP y C's, con quien también se abre a pactar. Ha asegurado que sus posiciones son "legítimas" y no tienen por qué ser alteradas, de la misma manera que CDC mantendrá su compromiso con la hoja de ruta hacia la independencia. "No cambiaremos", ha afirmado. Las negociaciones se alejarán pues del debate independentista y se centrarán en cuestiones estrictamente de ciudad.