En el pleno municipal de este mes de octubre del Ayuntamiento de Barcelona se ha escenificado el rechazo de todos los grupos de la oposición a la medida de gobierno para implementar el Modelo Superilla, una serie de actuaciones que quiere transformar la ciudad a golpe de recuperar para la ciudadanía el espacio que ocupan los vehículos privados, ya sea a través de ejes verdes como los que se quieren implantar en varias calles del Eixample, las conocidas y controvertidas actuaciones de urbanismo tàctico o la creación de nuevas superilles.

A pesar de tratarse de uno de los proyectos estrella de la coalición de gobierno de comunes y socialistas, el hecho es que ningún partido excepto el BComú y PSC da apoyo a este modelo, aunque, al tratarse de una medida de gobierno, la oposición sólo tenía capacidad de fijar su posicionamiento, que ha sido en todos los casos, negativo.

La segunda teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, ha defendido esta medida ejecutiva apuntando que "no tenemos planeta B ni ciudad B" y que el Modelo Superilla es un "proyecto transformador de Barcelona" que ya se puede palpar en el terreno con hechos como el Bicibus, que cada viernes permite que decenas de niños de la Esquerra de l'Eixample vayan al colegio en bicicleta: "Esto es el espíritu Superilla Barcelona", ha afirmado Sanz, que ha defendido la necesidad de "regenerar Barcelona de forma integral".

Comparación con Cerdà y Bohigas

De hecho, Sanz ha equiparado a este nuevo modelo transformador con los que en su momento impulsaron Ildefons Cerdà con el Eixample y Oriol Bohigas con la transformación olímpica y ha llegado a afirmar que "tanto Cerdà como Bohigas fueron criticados en su momento, peroarriesgaron y ganaron, este es un proyecto ganador que permitirá que el 2030 Barcelona sea una ciudad referente en la transición ecológica".

A pesar de este discurso triunfalista, todos los grupos de la oposición han cargado contra este nuevo modelo urbanístico. Así, Jordi Coronas (ERC) ha tildado el gobierno municipal como "los campeones del mundo en vendernos la misma idea siete veces y que parezcan nuevas" y ha preguntado al gobierno municipal "qué diferencia hay entre la Superilla Barcelona y lo que se ha hecho en la calle Enric Granados"?. Además, ha considerado que el gobierno Colau-Collboni "se olvida de los barrios".

Por su parte, Jordi Martí (JxCat) ha considerado el Modelo Superilla como "una estrategia que puede llevar a Barcelona al colapso" y ha acusado al gobierno municipal de hacer 'renders y poca cosa más' y ha lanzado una advertencia: "No queremos calles pacificadas de primera y calles masificadas de segunda", entendiendo que las supermanzanas no hacen más que desplazar el tráfico a las calles adyacentes.

Con respecto al resto de grupos, Celestino Corbacho (Cs) ha indicado que lo único que hace este modelo es "cambiar el nombre de las cosas". "Le dice eje verde a lo que siempre hemos denominado peatonalizar una calle", ha añadido. PP, BCN pel Canvi y la concejal no adscrita Marilen Barceló también han mostrado su oposición al Modelo Superilla.

 

Imagen principal: Janet Sanz, este viernes en el pleno municipal / ACN