El Ayuntamiento de Barcelona está determinado a impulsar la tasa Amazon, que prevé gravar las grandes empresas tecnológicas del comercio electrónico que operen a la capital. Así lo ha confirmado en una entrevista en la ACN la concejala de Comercio e Hisenda de l'Ajuntament, Montserrat Ballarín, quien ha asegurado que se están explorando "todas las vías".

Ballarín ha adelantado que la aplicación más probable del tributo será siguiendo las recomendaciones que recoge el informe encargado a la Universidad a Carlos III. El informe, sobre la mesa del consistorio desde hace un año, propone gravar la entrega a domicilio que hacen dentro de la ciudad grandes empresas del comercio electrónico mediante una tasa por ocupación del dominio público. En otras palabras, que los repartidores de empresas como Amazon tengan que aparcar en unas zonas concretas para poder hacer la repartición de los paquetes. "Se pagaría el permiso para aparcar en estos espacios anualmente", indica Ballarín, que matiza que se haría a través de una licencia.

La concejala ha insistido en la determinación del consistorio en sacar adelante esta tasa. Tanto es así que lo ha ejemplarizado con el estudio que está haciendo en este momento un grupo de trabajo formado por técnicos de Movilidad, B:SM y los servicios jurídicos del consistorio está estudiando si se pudieran dibujar en la ciudad Zonas de Área de Distribución Urbana de Paquetería (DUP).

Alta complejidad

Sacar adelante un proyecto como este tiene muchas dificultades y así se reconoce desde el Ayuntamiento. Ballarín ha remarcado la "complejidad máxima" que tiene impulsar este tributo, pero, por otra parte, también ha destacado que Barcelona ha sido una ciudad "pionera". "Siempre hemos manifestado el compromiso, no obstante nunca hemos ocultado la complejidad, no hemos engañado a nadie", defensa.

La gran complejidad de todo hace que no haya un horizonte claro para la implantación de la tasa. "¿Cuándo llegará? Cuando tengamos un mínimo de garantías jurídicas que eso tiene una cierta viabilidad jurídica", asegura.

Otra limitación son las mismas competencias del consistorio. Ballarín reconoce que es "muy limitada", sin embargo justamente por esta limitación la concejala defiende al modelo del informe de la Carlos III.

El proyecto tributario, sin embargo, no convence a todo el mundo. "La experiencia nos indica que no podemos caer otra vez en una buena fe de proponer cosas que después no se cumplen o se distorsionan", apuntó hace pocos días al líder de los republicanos en el Ayuntamiento, Ernest Maragall.

 

Imagen principal: La concejala de Barcelona Montserrat Ballarín en su despacho durante una entrevista / ACN