La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha recibido hoy un nuevo revés. Todas las fuerzas municipales, a excepción de Barcelona en Comú y la CUP, han reprobado la inacción del gobierno municipal en el distrito de Ciutat Vella, donde la inseguridad y la proliferación de los narcopisos se ha extendido como una mancha de aceite en los últimos meses.

En un pleno corto y sin mucha confrontación, incluso plácido por tratarse de una reprobación, los partidos contrarios a Colau la han acusado "de abandonar" a los vecinos y de permitir que la prostitución y el narcotráfico vuelvan al barrio del Raval.

El Partido de los Socialistas, que es quien ha promovido el pleno, ha acusado al gobierno de "inacción" y de "dialogar tarde y mal". Su portavoz, Jaume Collboni, ha asegurado que la reacción de Colau ha sido "decepcionante, de paliativos, de poner una tirita en un tumor". Además ha remarcado que el Ayuntamiento no se puede permitir "perder el corazón de la ciudad" y malgastar la inversión que se ha hecho en el Raval durante años. Collboni, en un tono conciliador, le ha ofrecido una propuesta de 34 soluciones con medidas estructurales, de seguridad y de economía. "Sólo le pido que se lo mire y que se olvide de que lo ha hecho el PSC", ha remachado.

Mano tendida

El PDeCAT por su parte, ha lamentado que los vecinos se sientan abandonados, porque "eso es lo más grave". El portavoz del grupo Xavier Trias ha dicho que no es fácil acabar con la prostitución y el tráfico de drogas, pero que el Ayuntamiento "tiene la obligación clarísima de evitar que la situación se cronifique".

A pesar de las críticas, el PDeCAT ha tendido la mano al gobierno municipal, pero ha advertido que hay que actuar con firmeza. "Ustedes dan la sensación de tolerancia cero", ha remarcado Trias. "Nadie quiere ir a vivir a un piso donde debajo hay prostitutas o drogas, y en eso puede actuar porque el alcalde es el alcalde", le ha lanzado.

Esquerra Republicana ha señalado que la realidad que se vive en el Raval es muy dura y que los vecinos que han asistido al pleno (miembros de la asociación de la Illa Robadors-Picalquers-Roig) no lo han hecho para "desgastar" al gobierno, sino porque están "hartos de escuchar el nombre de sus calles para hablar de problemas y deterioro".

Desde Ciudadanos, Carina Mejías ha remarcado que en tres años "ha vuelto" el peor Raval: "La explotación sexual, la falta de seguridad, la desidia, los narcopisos, las peleas de calle, todo eso ha vuelto". Asimismo, ha reprochado a Colau que haya "abandonado" a los vecinos hasta el punto que se han tenido que organizar para "provocar la reacción del gobierno".

Desde el Partido Popular, Alberto Fernández Díaz ha dicho que el Raval se ha convertido en un lugar de "peleas en la calle y de homicidios" y que lejos de solucionarse, el problema se está expandiendo.

El gobierno responde con números

La concejala del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, ha asegurado que el Ayuntamiento tiene "un plan" y para justificarlo ha hablado de cifras. Ha explicado que "a finales del 2018 se habrán invertido más de 76 millones de euros en el barrio" y que con respecto al plan de choque de drogas, en el 2018 se habrán invertido 1,9 millones de euros. Asimismo, ha especificado que entre los años 2017 y 2018 se han hecho 74 entradas en domicilios con un total de 99 detenidos.

La CUP se justifica

La CUP no ha dado apoyo a la reprobación porque, según se deduce de sus palabras, los grupos que la presentan sólo se preocupan del Raval cuando les interesa. Por eso les ha preguntado: "Dónde están cuando los vecinos sufren acoso, cuando la policía persigue a personas racializadas y cuando se multiplican los pisos turísticos, ¿donde están?, ha dicho la concejala Maria Rovira.