En su primera intervención de precampaña, el candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Josep Bou, ha admitido que sus votos servirán para hacer alcalde a Manuel Valls y que no le preocupa nada que un partido de extrema derecha como Vox pueda entrar en la Casa Gran.

En un acto celebrado el miércoles por la tarde, el empresario españolista aseguró que si el candidato independiente de Cs, Manuel Valls, necesita sus votos para ser alcalde, lo votará, igual que espera los votos de Valls para ser alcalde él mismo. No obstante, y aunque todavía no ha hablado con el exprimer ministro francés, ha asegurado que no se unirá a su candidatura, porque cree que separados pueden sumar más para conseguir su principal objetivo: "Que el procés no entre en Barcelona".

Asimismo, el empresario españolista también ha dicho que no le preocupa un posible auge de Vox, porque es un partido "constitucional, de derecha pura y dura, no hay que asustarse", mientras que sí que está preocupado que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, se reúna con el líder 'abertzale' Arnaldo Otegi.

El presidente de la patronal Empresarios de Catalunya ha presentado su candidatura delante del monumento a las víctimas del terrorismo, en la Meridiana de Barcelona, cerca de donde vivió de pequeño, y donde previamente ha hecho una ofrenda floral junto con el presidente de la ACVOT, José Vargas. Al pequeño acto de presentación también había miembros de su equipo con carteles que comparaban la 'violencia e inestabilidad' de una foto con Torra y Otegi con la seguridad y el empleo, o Ada Colau como activista de la PAH identificada con el 'apoyo a okupas' en contraste con el respeto a la ley.

También se han podido leer lemas, como 'Barcelona no es Eslovenia, es España' o 'Bou no es político, yo tampoco'. El lema principal, sin embargo, es 'BCN será mayor, será de todos'. Todos los carteles llevaban el color azul y la letra del PP pero en ninguna aparecía el nombre o el logotipo de la formación conservadora.

"No tengo ideología política"

De hecho, Bou ha remarcado varias veces que no es político, sino un empresario preocupado principalmente por la estabilidad económica, el crecimiento de las empresas y la creación de empleo. Ha dicho que no se habría presentado si no fuera un "momento excepcional". Le pidió el líder del PP a Pablo Casado y él aceptó con la condición que pudiera hacer su propio equipo de personas independientes. Además, ha asegurado que él no es de "ningún color, ni azul, ni rojo, ni naranja, ni morado," y que simplemente quiere servir la ciudadanía y que sus colaboradores, escogidos por méritos y no por amistad, hagan lo mismo. "No tengo ideología política", ha afirmado.

No obstante, ha definido su potencial público votando como el de centro-derecha, que ha contrapuesto al centro-izquierda de Valls, con quien se considera complementario, y a la "derecha pura y dura" de Vox, "no pasa nada, es constitucional, no hay que asustarse", ha dicho. Quiénes si le preocupa son los que quieren "llevar el proceso a Barcelona, que ya ha dividido las comarcas" y Ada Colau, que han hecho de Barcelona "la zona cero del populismo en Europa".

Por eso, quiere evitar que la capital catalana sea "capital de una republiqueta" o que el rey Felipe VI no pueda venir "cuando quiera", o que haya "impunidad de la violencia" o un "refugio de okupas y traficantes que explotan manteros". También luchará contra en turismofobia y quiere hacer cumplir las ordenanzas municipales.

Según Buey, el Ayuntamiento de Barcelona es "fácil" de gestionar, porque tiene superávit y ha tenido a pesar de "alcaldes malos". De hecho, ha dicho que este superávit tendría que servir para rebajar el IBI de las franjas más empobrecidas.

Bou ha criticado la pérdida de algunas cadenas hoteleras o la sede de la Agencia Europea del Medicamento, que "se pierda el tiempo" retirando el nombre de algunas calles franquistas, o que en las escuelas no se use el castellano como lengua vehicular.

No sabe el precio del billete de Metro

Preguntado por los periodistas, no ha sabido decir el precio de un billete de transporte público porque no lo coge desde hace tiempo, añadiendo que eso "no es importante". Ha dicho que vale 2,5 euros, cuando en realidad vale 2,20. También ha dicho que desconoce la propuesta de municipalizar el agua.

Sobre el tercer problema de los barceloneses, el precio de la vivienda, y como promotor, ha dicho que el consistorio tiene 75 solares con uso residencial, con suelo edificable hasta 210.000 metros cuadrados. Según él, el consistorio podría hipotecarse durante 25 años para hacer pisos de alquiler a 280 o 310 euros con opción de compra. Además, también quiere que se llenen los actuales pisos de protección oficial.