Soterrar el último tramo de la Gran Via en dirección al río Llobregat, en el ámbito del barrio y el hospital de Bellvitge, en l'Hospitalet de Llobregat y, al mismo tiempo, avanzar en el desarrollo del proyecto estratégico Biopol Granvia, un biocluster que se tiene que convertir en un polo de investigación e innovación, es un proyecto que, aunque fue aprobado hace cinco años, nada más se ha desencallado este mismo lunes, en el marco de la comisión bilateral entre el Govern y el Ayuntamiento de l'Hospitalet de Llobregat, la primera de esta legislatura, que ha contado con la presencia del conseller de Presidencia, Albert Dalmau, la consellera de Economía, Alícia Romero, y el alcalde de l'Hospitalet, David Quirós.

Esta importante intervención transformará la Gran Via entre el río Llobregat y la rambla de la Marina, ya en el barrio de Bellvitge, pero también todo el sector situado al lado mar, donde están proyectados los nuevos edificios del Biopolo Granvia en un espacio ocupado actualmente por varias instalaciones deportivas así como zonas de aparcamiento de camiones e incluso la cochera de poniente de TMB, que precisamente cerró al principio de este 2025 porque está afectada por el plan urbanístico Biopol Granvia. El soterramiento facilitará el acceso a este ámbito, donde también está el Instituto Catalán de Oncología - Hospital Duran i Reynals, además de permitir a los peatones atravesar la Gran Via a pie plano, mientras que actualmente lo tienen que hacer por dos pasos subterráneos o un viaducto.

En concreto se prevé actuar en un sector de la Gran Via que incluirá el soterramiento de hasta cuatro tramos con una longitud de 450 metros con respecto a las partes soterradas, ya que se prevé que, tal como pasa con el tramo entre las plazas Cerdà y Europa, haya tramos al descubierto. En todo caso, Quirós ha calificado el acuerdo como "histórico", apuntando que servirá para "dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos de l'Hospitalet", tanto por lo que atañe al "desarrollo de la estrategia sanitaria", como a la posibilidad de que se pueda cruzar "a pie plano" la Gran Via.

El tramo de la Gran Via que será soterrado / Foto: Carlos Baglietto

Por su parte, el conseller de Presidencia, Albert Dalmau, ha apuntado que el acuerdo permitirá "ponernos en marcha para la cobertura definitiva de la Gran Via y conectar barrios y espacios de la ciudad", mientras que la consellera de Economía, Alícia Romero, ha añadido que la inversión, valorada en 144,6 millones de euros y que se pagará de manera proporcional entre las administraciones públicas y propietarios privados supone una "apuesta clara por este proyecto, convencidos de que es lo mejor para l'Hospitalet y para el país".

Dos fases y fin de obras en 2030

Se prevé llevar a cabo el soterramiento en dos fases que se alargarían hasta 2030. La Fase 1 corresponderá al soterramiento estricto y se alargará durante tres años, con previsión de iniciar las obras el segundo semestre de 2026 y finalizarlas el primer semestre de 2029. Esta primera fase tendrá un coste de 144 millones de euros, y la Generalitat asumirá la parte que le corresponde al municipio a cambio de la cesión de parcelas para hacer posible el biocluster. Con respecto a la segunda fase, corresponderá a la urbanización de la superficie, y se alargarán dos años y medio, con un calendario que se encabalgará con la fase 1 a partir del segundo semestre de 2028, con finalización prevista para el segundo semestre de 2030. De momento, las dos administraciones han acordado un plazo máximo de tres meses para tramitar un convenio que recoja todos los acuerdos y las obligaciones de cada una de las partes.

La reordenación y reurbanización de esta zona, de 95,86 hectáreas, permitirá avanzar en el Plan Director Urbanístico Biopol Granvia, un BioClúster de Innovación y Salud que concentra en un mismo lugar un ecosistema de empresas y centros destinados a la docencia, a la investigación biomédica y a la salud como el Hospital Universitario de Bellvitge, el Instituto Catalán de Oncología, el Servicio de Emergencias Médicas, el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y la Universidad de Barcelona. Todo un complejo que generará una actividad económica de alto valor añadido y de un fuerte impacto en el mercado laboral y el PIB de Catalunya. Cuando el Biopol Granvia esté a pleno rendimiento, se estima que contribuirá a la creación de casi 50.000 puestos de trabajo y que facturará más de 7.000 millones de euros, con una aportación al PIB catalán de más de 4.500 millones de euros, equivaliente al 1,42% del producto interior bruto (PIB) anual de Catalunya.