El toma y daca entre el Ayuntamiento de Barcelona y los antiguos pajareros de la Rambla no tiene perspectivas de resolverse con acuerdo de las dos partes con respecto a la posibilidad de que las paradas se puedan mantener en la parte alta del paseo. Al contrario, el mismo gobierno municipal se ha mostrado inflexible ante la necesidad de que los paradistas desalojen la zona que ocupan: "Los pajareros se tienen que marchar de la Rambla, y ellos ya lo saben, que se tienen que marchar", ha afirmado contundente este lunes por la mañana el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, aprovechando el inicio de las obras de reurbanización de la Rambla.

"Los pajareros ya no son concesionarios del ayuntamiento, hace tiempo que su concesión se acabó", ha afirmado Rabassa sobre la cuestión, en el contexto del inicio de las obras de la Rambla que, a la larga, tiene que suponer la desaparición de los paradistas, aunque la rehabilitación del tramo que ocupan, en la rambla de Canaletes, será el último donde se intervendrá. Hay que recordar que en marzo el Ayuntamiento rechazó la mediación judicial que en su momento pidieron los representantes de las antiguas pajarerías de la Rambla dentro del contencioso judicial que mantienen las dos partes y que desde el consistorio se dio para cerrar el diálogo acusando a los pajareros de haberlo roto al optar por la vía judicial.

Desde el Ayuntamiento, este argumentario se mantiene y Rabassa considera que aunque se podrían haber explorado "otras opciones", habrían sido los pajareros los que "tensaron la cuerda judicialmente", cerrando las opciones de acuerdo. Todavía más, para Rabassa, el modelo de negocio actual de los antiguos pajareros es una "oferta exclusivamente para los turistas", que está alejada de las previsiones del consistorio para la zona: "no es lo que queremos". Todavía más, Rabassa ha acusado a los paradistas "de aprovecharse de todo el mundo", manteniéndose en el espacio central de la Rambla y por eso ha insistido en que hace falta que se marchen de su emplazamiento.

 

Un conflicto que viene de largo

El conflicto entre el Ayuntamiento de Barcelona y los antiguos pajareros viene de largo, pero se acelera con los planes de reconversión de la Rambla que justo se han iniciado este lunes, 3 de octubre. La futura Rambla no contempla que se mantengan las actuales paradas, a diferencia de las floristas y los quioscos, que sí que podrán mantenerse. Eso ha llevado a los paradistas a poner en marcha acciones legales, incluida una mediación judicial conjunta, rechazada por el ayuntamiento, que deja abierto un proceso judicial todavía pendiente. La diferencia, en todo caso, es que a la amenaza de desahucio se suma ahora el lento pero inflexible progreso de las obras.