El Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado la mediación judicial que en su momento pidieron los representantes de las antiguas pajarerías de la Rambla dentro del contencioso judicial que mantienen las dos partes. En declaraciones de la concejal de comercio, Montserrat Ballarín, durante la comisión de Economía de este miércoles, el consistorio ha considerado que no era posible acceder a la mediación judicial solicitada y ha responsabilizado a la otra parte, "porque todos los intentos de diálogo han fracasado porque en el momento que se tenía que optar por el diálogo se optó por la vía judicial".

Según declaraciones del portavoz de los antiguos pajareros recogidas por Europa Press, Javier Cuenca, la Sindicatura de Greuges de Barcelona instó al consistorio a dialogar ante su voluntad de cerrar las paradas en el marco de la reforma de la Rambla -aunque todavía quedan años hasta que llegue al sector afectado-, pero dada la supuesta negativa a hacerlo y después de presentar los paradistas diversos contenciosos, -todavía pendientes de resolución-, pasaron a pedir la mediación judicial conjunta, que ahora ha sido rechazada, por lo tanto, el proceso judicial entre los representantes de los paradistas y el Ayuntamiento de Barcelona continúa abierto.

El toma y daca se alarga

Todo ello supone que el toma y daca entre las dos partes se alarga. Aunque de momento el consistorio no ha ejecutado la decisión de desalojarlos, tampoco ha renunciado a ello, aunque el ultimátum del mes de febrero ha vencido sin que haya pasado nada. El Ayuntamiento considera que las licencias de actividad están caducadas y, además, la presencia de los puestos no entran en los planes de reurbanización de la Rambla previstos para los próximos años. Por su parte, los paradistas no sólo defienden la vigencia de las licencias, sino que, además, han presentado una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en el Parlament de Catalunya para proteger las antiguas pajarerías.

Esta ILP fue admitida a trámite por el Parlament el pasado 10 de marzo, de manera que los pajareros tienen un plazo de cuatro meses -ampliables a seis- para conseguir 50.000 firmas en apoyo de su propuesta. Pueden firmar a todas las personas mayores de 16 años empadronadas en Catalunya. Esta ILP pide que se protejan las antiguas paradas de los pajareros consiguiendo que "sean declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial de Catalunya". Una vez reunidas las firmas, el Parlament tendrá que debatir la propuesta, que en caso de aprobarse, comportaría la catalogación de las paradas como patrimonio a proteger.

En la exposición de motivos de la propuesta de ILP, los pajareros defienden que su presencia en la Rambla está documentada desde mediados del siglo XIX y destacan la vinculación de los puestos del Mercado de los Pájaros con la Rambla de Barcelona, reconocida por escritores y artistas, así como por la ciudadanía en general, como "uno de los pocos elementos definitorios de la esencia de la misma Rambla", según Cuenca. Por eso instan a las administraciones públicas a "proteger el valor cultural inmaterial de la Rambla", poniendo como ejemplo la protección de que es objeto desde el año 2008 la plaza Jemaa el-Fna de Marrakech.