La larga reconversión del barrio del Bon Pastor, en el distrito barcelonés de Sant Andreu, ha pasado a una fase final con el inicio del derribo de las últimas casas baratas que quedaban en pie, aparte de las dos manzanas de casas que han quedado preservadas como museo y equipamiento. El derribo se ha podido iniciar una vez se culminó, a finales del verano pasado, el realojamiento en los nuevos bloques, una operación que se ha alargado durante más de dos décadas, ya que comportaba escalonar la construcción de nuevos bloques con el realojamiento para poder liberar los solares para poder construir nuevos edificios, hasta llegar a tener todos los residentes en los nuevos bloques. Ahora, los últimos solares liberados servirán también para crear zonas verdes.

Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este fin de semana, el derribo de las viviendas se hará por fases desde ahora y durante los próximos meses, unos trabajos que consisten primero en una selección y retirada de residuos y, posteriormente, el derribo propiamente dicho de las edificaciones. La primera fase se ha iniciado en las tres manzanas formadas por las calles de Arbeca, de Tàrrega y de Sant Adrià, con la previsión que puedan quedar demolidas estas próximas semanas. Posteriormente, se procederá a seguir con los trabajos de selección de residuos y derribo en las ocho manzanas restantes. La previsión es que el derribo culmine en verano, con 184 viviendas derribadas y dejando limpio el espacio que ocupan.

Antes de la entrada de la maquinaria de derribo, los trabajos han consistido, en primer lugar, en la retirada de material como fibrocemento por parte de equipos especializados, así como el vaciado de las viviendas y la selección de materiales. Así, se sacan muebles y trastos viejos que pudieran haber quedado en el interior, o carpinterías, entre otros materiales, con el objetivo de reciclar el máximo posible, de acuerdo con la normativa de residuos. Una vez entra la maquinaria de demolición, se mantiene al máximo posible la selección de materiales.

Dos décadas para remodelar el barrio

El proceso de remodelación del barrio del Bon Pastor empezó en 2002 con el fin de proporcionar una vivienda nueva y digna a las familias que vivían en las casas baratas, pequeñas viviendas de unos 40 metros cuadrados construidos en la década de 1920. El año 2002 se aprobó la modificación del Plan General Metropolitano para la transformación del barrio y en 2003 se firmaron los convenios con las asociaciones de vecinos que establecían las condiciones de realojamiento. La remodelación del barrio consta de cinco fases, de las cuales cuatro ya han sido completadas. Las cuatro fases ya realizadas han proporcionado una vivienda a unas 600 familias vecinas de las casas.

De estas fases, sobraron 163 pisos, que permitió realizar, en primer lugar, desdoblamientos familiares de las unidades familiares realojadas de las antiguas casas baratas (desdoblamientos por ejemplo de familias formadas por diferentes generaciones), y, en segundo lugar, se adjudicaron a familias vecinas del Bon Pastor. En cuanto a las antiguas casas baratas que se conservan, se trata de dos grupos de 16 casitas, el grupo inaugurado ya como museo del MUHBA y el de delante, para poder conservar también la fisonomía de la calle, y pendiente de definir el uso del interior.