El pasado 28 de enero, el pedestal donde hasta el 2018 se levantaba la estatua de Antonio López, apareció con una nueva escultura sorprendente, tanto por su forma como por la manera como había llegado. La nueva estatua, un chico y un oso abrazados y de llamativo color rojo, fue fruto de una acción espontánea a cargo de un particular, el artista James Colomina, que por medio de un comunicado justificó que había colocado la estatua como acción reivindicativa con motivo del aniversario de la abolición de la esclavitud en el estado español, que se celebró el 30 de enero. En aquel momento, fuentes municipales confirmaron que el artista no tenía permiso municipal para instalar la escultura y añadieron que la dejarían durante un tiempo "como otras muestras de arte efímero que se hacen en la ciudad".

En todo caso, esta condición de obra efímera se agotó el sábado, cuando técnicos municipales procedieron a bajarla del pedestal y la transportaron al almacén municipal. Según han confirmado fuentes municipales a elNacional.cat, el sábado "se procedió a la retirada y traslado a almacenes municipales a la espera de que el artista pase a recogerla", de manera que la peana del monumento vuelve a estar sin estatua. La obra, que llevaba por nombre 'Humanitat', estaba compuesta por dos figuras rojas abrazadas: un oso de peluche y el niño que hay en el interior de cada adulto, según el artista. "Es como un símbolo de la relación positiva entre la diferencia donde el color de la piel, el género, la raza y la religión serían percibidos como una riqueza", apuntó Colomina.

Pasado esclavista

El pasado esclavista de Antonio López motivó al artista a colocar la nueva obra en el sitio de la vieja, que fue retirada también por este motivo hace unos cuatro años. De hecho, este trasfondo también ha motivado el futuro cambio de nombre de la plaza, que se nombrará finalmente Idrissa Diallo, en honor al joven que murió en el CIE de Barcelona el año 2012. Fue en junio de 2021 cuando el Ayuntamiento de Barcelona aprobó el cambio de nombre de la plaza, que no se llamará más como el esclavista y se acabará dividiendo en dos: el lado Llobregat de la Via Laietana, plaza de Correus; el lado Besòs, plaza de Idrissa Diallo.

James Colomina es un artista de Tolosa de Languedoc que instala sus obras en la calle de manera "teatralizada para interactuar con el público". Según su sitio web, sus creaciones "a menudo se sitúan en sitios emblemáticos y crean un contraste entre el lugar, la obra y el mensaje que transmiten". "Hipersensible por naturaleza ante las noticias que considera crueles, James sintió la necesidad de crear obras significativas, y de expresar a través de ellas la ironía de la condición humana", continúa la explicación de su portal, que añade que el artista "deplora en su especie una soledad inexorable, una facilidad para ser manipulado, una cierta inclinación a la autodestrucción y la intolerancia y le gusta pensar que sus esculturas molestan".