ERC ganaría las elecciones municipales en Barcelona si se celebraran ahora. Es lo que se extrae del último barómetro semestral realizado por el Ayuntamiento de Barcelona, que señala un panorama que dejaría a los republicanos y BComú en un escenario de empate técnico: la formación encabezada por Alfred Bosch obtendría el 16,5% de los votos, mientras que los de Ada Colau quedarían con un 16,3% del apoyo popular.

De esta manera, los republicanos aglutinarían la mayoría del voto independentista de la capital catalana y experimentarían un crecimiento relevante en relación a las elecciones del 2015, en las que ERC ya marcó su mejor resultado en unos comicios en Barcelona (11%). Con respecto a los resultados de Barcelona en Comú, estos serían similares a los obtenidos a las elecciones de mayo de 2015, cuando consiguieron el 15,2% de los votos.

Por detrás de los republicanos y los comunes, que prácticamente empatan, se situaría el PSC, con un 9,3% de intención de voto, seguido de Ciudadanos (6,4%), el PDeCAT (5,8%), la CUP (3,6%) y el PP (1%).

En cuanto a la valoración de los líderes políticos, la mejor valorada vuelve a ser Ada Colau, con 5,3 puntos y un 67,1% de aprobación. El único que aprueba junto con la alcaldesa es el republicano Alfred Bosch (5,2) que se acerca. El líder menos valorado es Alberto Fernández, del PP, con un 2,4. La peor valoración de la historia del estudio.

Barómetro inédito

El barómetro, elaborado entre el 23 de noviembre y el 4 de diciembre, es inédito políticamente por dos razones: por una parte, porque da por primera vez la victoria a los republicanos y, por otra parte, es la segunda ocasión desde que se realiza el barómetro en que un partido de la oposición gana a la formación de gobierno. Para buscar un ejemplo similar nos tendríamos que trasladar al año 2010, durante el mandato del socialista Jordi Hereu, cuando el estudio avanzó la victoria de Xavier Trias.

El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha considerado en la presentación de los resultados del barómetro que los resultados han "condicionado" por el clima político en Catalunya y por la proximidad de las elecciones del 21-D. Además, la mano derecha de Colau ha querido justificar las buenas perspectivas de los republicanos en la captación de la intención de voto del PDeCAT de Xavier Trias. Fuentes republicanas han celebrado el resultado pero han señalado que el resultado es "orientativo" y que permite "afrontar el trabajo con buenas perspectivas" para el próximo año electoral, en el 2019.

El PDeCAT, que experimenta un fuerte descenso, restó importancia a la intención de voto que los sitúa en quinto lugar en el consistorio. El portavoz de los demócratas, Jaume Ciurana, ha subrayado que el barómetro recoge una muestra de 800 personas, por lo que consideró más significativo el resultado del independentismo el 21-D. "El espacio político está y que hay que trabajar desde los partidos para vehicular electoralmente este espacio existente", ha explicado Ciurana.

Contra el 155 y la DUI

Una amplia mayoría de barceloneses rechaza la vía iniciada por el Gobierno en los últimos meses. Dos de cada tres (74,5%) están en contra de la aplicación del artículo 155 y todavía más, un 80,5%, se opone al encarcelamiento de los líderes políticos independentistas. Ahora bien, tal como ha señalado el mismo Pisarello, un 62% de los ciudadanos también se opone a la vía unilateral para conseguir la independencia.

Todo ello en una Barcelona que está dividida sobre la cuestión independentista: un 33,6% de los barceloneses apuesta por una Catalunya independiente, mientras que un 27,6% prefiere formar parte de una España federal. Aparte, un 19% prefiere mantenerse como una comunidad autónoma.

El encaje de Catalunya, principal problema

El barómetro señala que la situación política catalana es la principal preocupación de los barceloneses, con un 11,3% de menciones, seguida de la política en general, con un 9,6%. Con todo, un 20% consideran el contexto político catalán como la primera de sus inquietudes.

Como elementos destacables, aparte de la cuestión catalana, la contaminación (9%) ha sido una de las menciones que más ha crecido respecto de los barómetros anteriores, mientras que el turismo —el problema más importante de Barcelona en el anterior barómetro— experimenta una importante bajada y pasa a la cuarta posición, al mismo nivel que el paro y las condiciones laborales.