Más de la mitad de los transportistas que actualmente trabajan a la ciudad de Barcelona no podrán acceder a partir de 2022 si no cambian sus vehículos, según advierte un informe del RACC a lo que han tenido acceso RAC 1 y La Vanguardia. En los planes del Àrea Metropolitana se contempla que desde el 1 de enero del próximo año los vehículos con etiqueta ambiental B no puedan entrar en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) si los conductores no son residentes de la capital. Estas restricciones tendrían que haber entrado en vigor este 1 de julio, pero desde el Ayuntamiento de Barcelona se aprobó una moratoria de seis meses.

El estudio del RACC también recoge que menos del 5% de los transportistas conducen vehículos eléctricos. El informe de la entidad aseguradora también concluye que el 35% de los transportistas confían en que podrían utilizar otros vehículos y que dos de cada diez podrían ir con bicicleta o triciclo. De estos datos la aseguradora deduce que en el sector no sería un problema renovar flotas.

En declaraciones a RAC 1, Cristian Bardají, director del Área de Movilidad del RACC, ha pedido una nueva propuesta que complazca a todo el mundo. "Afecta al 77%, por eso se tiene que hacer mucha gestión y anticipar muchas cosas para evitar un escenario como el actual de prórroga sobre prórroga", ha insistido Bardají.

Malestar del sector

Los transportistas que se ven afectados por la ZBE han expresado anteriormente su malestar con la aplicación de la medida para reducir la contaminación a la ciudad. El pasado 31 de mayo varias asociaciones de transportistas de vehículos pesados habían convocado una marcha lenta como protesta.

Las entidades que convocaban la marcha reclamaban a las administraciones una reconversión del sector "progresiva y realista", ayudas directas para sustituir los vehículos y un plan de reconversión de estos mediante la homologación de filtros y catalizadores. Uno de los principales problemas que se denunciaba desde el sector de los transportistas es la media de edad elevada de los conductores, muchos de los cuales son autónomos y no pueden hacer frente al coste de los nuevos vehículos, de hasta 150.000 euros, y amortizarlos antes de la jubilación.

La marcha finalmente se suspendió el 28 de mayo después del anuncio de la ampliación de la moratoria de la ZBE hasta el 2022.

 

Imagen principal: Un cartel advierte a los conductores que entran en la Zona de bajas Emisiones de Barcelona a la salida 5 de la Ronda de Dalt / ACN