La llegada de los Reyes de Oriente marca el final de las fiestas de Navidad y el retorno definitivo a la rutina. Y en casa, implica desmontar el belén, el árbol de Navidad y todas las decoraciones navideñas que instalamos a principios de diciembre. En caso de que el abeto de Navidad sea artificial, será suficiente con doblarlo y guardarlo en la caja para el próximo año, pero si se trata de un abeto natural, lo más adecuado es depositarlo en un punto de recogida para garantizar su aprovechamiento. El Ayuntamiento de Barcelona ha habilitado un total de 227 puntos de recogida de árboles de Navidad repartidos por todos los distritos de la ciudad, que estarán habilitados entre el 7 y el 17 de enero.

El objetivo de los puntos de recogida de árboles es, por una parte, evitar que se produzca un vertido incívico de estos árboles en el espacio público, y, por otra parte, aprovechar este recurso natural para mejorar los espacios ajardinados de la ciudad. El año pasado se reciclaron 9.526 árboles de Navidad en la ciudad. Aunque los espacios están pensados especialmente para los abetos, también se pueden depositar ramas de otros tipos de árboles que hayan servido de decoración navideña a los hogares. Eso sí, todo el material tiene que estar libre de guirnaldas, luces y cualquier otro tipo de decoración.

Todos los puntos de recogida de árboles de Navidad en Barcelona

El consistorio ha habilitado en torno a una veintena de puntos de recogida por distrito, que se pueden consultar en este mapa. También es posible consultar cuál es el punto de recogida más próximo de nuestra casa a través del buscador de residuos.

Mapa árboles Navidad Ayuntamiento Barcelona
Clica para explorar el mapa con los puntos de recogida de los abetos de Navidad. / Ayuntamiento de Barcelona

 

¿Qué se hace con los abetos de Navidad?

Los abetos de Navidad, adecuadamente tratados, sirven para hacer acolchamiento o mulching. Se trata de un elemento de jardinería que permite mejorar la retención de humedad y la aireación del suelo y al mismo tiempo ayuda a evitar la aparición de malas hierbas. En Barcelona el almohadillado se deposita sobre la tierra vegetal, ya sea en el interior de parques y jardines como en pequeños espacios ajardinados en las calles de la ciudad.

Los equipos del servicio de recogida de residuos se encargan de la retirada periódica de los árboles depositados en estos puntos, y posteriormente los servicios de jardinería los trasladan a los viveros, donde se trituran y se dejan madurar, en un proceso que se alarga unos dos o tres meses. Con los más de 9.500 árboles recuperados el año anterior se pudieron hacer 183 m³ de triturado, que se utilizó en la ciudad durante el primer semestre.