La Federació de Barcelona de ERC tiene fama de ser una de las más rebeldes e imprevisibles del partido y este viernes lo ha vuelto a demostrar. La mayoría de los 13 miembros de la dirección permanente de la Federació de ERC en Barcelona ha dimitido en las últimas horas, lo que obliga a convocar un congreso regional en un mes. Lo han hecho como muestra de protesta con la presidenta de la Federació, Creu Camacho, que ganó las primarias internas hace poco más de medio año. Según ha avanzado la ACN y ha confirmado ElNacional.cat, ocho personas han presentado su dimisión con un comunicado conjunto, entre las que se encuentran Miquel Colomé, secretario general y número 2 de la candidatura de Camacho, o la concejala en el ayuntamiento de la capital catalana, Rosa Suriñach. También Quim Bosch, Nil Font, Sheila Vidal, Max Zañartu y Esther Martín, pero podrían añadirse más nombres. Alertan de discrepancias con la presidenta de la Federació, Creu Camacho, a quien acusan de tener una "estrategia propia y no consensuada con el equipo" y de adoptar "decisiones unilaterales" que van en la línea contraria a acuerdos previos. 

"Subordinación" a Alamany

"Esta deriva de la Presidencia, compartida en muchos casos por la Vicesecretaria General d'Organització, ha comportado la subordinación de la Federació a los intereses del grupo municipal y ha ido apartando el papel de las bases que nos dieron su confianza", denuncian en este comunicado conjunto. Cabe recordar que Camacho se impuso a la candidata oficialista de la dirección nacional del partido, Eva Baró, siendo muy crítica con el hecho de que no se hubiera llegado a votar nunca el preacuerdo al que llegó Elisenda Alamany con Jaume Collboni para la entrada en el gobierno municipal. También es importante tener en cuenta que la líder del partido en el ayuntamiento es, a la vez, la número 2 de la dirección nacional, como secretaria general de Esquerra.

Situación económica compleja

En el comunicado conjunto, los críticos de la dirección denuncian que no solo hay problemas internos a causa de discrepancias políticas, sino que también la situación económica de la formación es "extremadamente preocupante". "El grupo municipal mantiene pendientes aportaciones económicas vitales que corresponden a la Federació", se quejan. Este grupo municipal lo conforman, aparte de Alamany, Jordi Castellana, Jordi Coronas, la expresidenta de la Federació Eva Baró y Rosa Suriñach. "Este hecho no solo dificulta el funcionamiento ordinario de la Federació, sino que genera unas tensiones financieras que amenazan la actividad y la supervivencia de nuestros casales", rebaten.

Del mismo modo, defienden la necesidad de forzar un nuevo congreso de la federación solo siete meses después de que se celebrara el último, el pasado mes de abril, para "devolver la palabra a la militancia". "Creemos firmemente que este es el único espacio legítimo donde se debe deliberar y decidir el futuro de la Federació". El congreso en cuestión deberá convocarse en el plazo de un mes, antes de que acabe 2025. 

La respuesta de Camacho

Camacho también ha emitido un comunicado tras hacerse efectivas las dimisiones del jueves. En el texto, la presidenta de la Federació de ERC en Barcelona lamenta la decisión de los compañeros de la permanente de abandonar sus responsabilidades orgánicas y les agradece el trabajo de los últimos meses. Advierte, eso sí, que el futuro de Esquerra debe construirse sobre los fundamentos del objetivo “común” de ser una organización “fuerte, protagonista y relevante” en la capital, “superando viejas discrepancias y mirando hacia el futuro con unidad y ambición”. “Las dinámicas propias de otros tiempos de conflicto constante entre corrientes internas, que tanto han debilitado recientemente nuestra imagen, no son el camino para ERC”, añade Camacho.