Más del 90% de los chiringuitos de playa de Barcelona han renunciado a abrir este verano por culpa del coronavirus. Según ha adelantado El Periódico, los operadores han decidido renunciar a sus concesiones ya que prevén que no será viable económicamente subir la persiana este verano que viene. De hecho, consideran que abrir sólo la mitad de la temporada y con restricciones de aforo hace imposible que el negocio sea rentable.

La pandemia del coronavirus ha sido el motivo definitivo para el cierre de este subsector turístico, ya que los operadores llevaban meses negociando con el Ayuntamiento de Barcelona una mejora de las condiciones, pues cada local tiene que pagar más de medio millón de euros para estar en los sitios mejor situados de las playas de la ciudad.

"Condiciones inasumibles"

Ante dos meses de inactividad y ante la incertidumbre de cuándo podrán volver a hacerlo, la gran mayoría de los negocios (15) considera que las condiciones del Ayuntamiento son del todo "inasumibles", ya que la normativa de distanciamiento social hará imposible que el negocio sea viable económicamente hablando.

De hecho, a día de hoy sólo hay dos negocios que todavía no han decidido que harán, y la decisión de no abrir este verano se comunicará al ayuntamiento en los próximos días, hecho que supondrá la pérdida de unos 600 puestos de trabajo si finalmente no abre ninguno del chiringuitos. Además, también se tiene que sumar el hecho de que los proveedores de estos negocios tampoco facturarán este verano.