En la larga historia de ubicación de carpas provisionales para poder rehabilitar mercados municipales en profundidad, el Ayuntamiento de Barcelona no se había encontrado con tantos problemas como con los que se está encontrando con el Mercat de l'Estrella, un recinto comercial del barrio del Camp d'en Grassot y Gràcia Nova que necesita una reforma global y con cierta urgencia. Después de descartar otras posibles ubicaciones, como la plaza de Alfons X, el gobierno municipal decidió ubicar el entoldado en los Jardins del Baix Guinardó, pero a mediados de noviembre y ante las protestas vecinales, reculó y se comprometió a buscar una alternativa. Ahora, el mismo ayuntamiento ha reconocido que no encuentra otros espacios y ha vuelto a poner sobre la mesa los jardines mencionados, pero en una ubicación diferente.

Así lo admitió el concejal de Presidència, Jordi Martí Grau, en el marco de la comisión de Economía celebrada este miércoles, que aseguró que una vez estudiadas "las posibilidades que hay en el entorno" se le hacía "difícil imaginar que encontraremos una solución". Por eso mismo, apuntó una alternativa que vuelve a situar el mercado en los Jardins del Baix Guinardó en una posición "más escorada hacia un extremo", que permitiría "una ocupación similar pero en espacios menos utilizados" de manera que se mantendría el espacio verde, público y de ocio ya existente. "Eso es lo que se está acabando de estudiar", apuntó Martí.

De hecho, la cuestión de la ubicación definitiva del mercado provisional llegó a la comisión de Economía a raíz de una petición de ERC, que había pedido una solución en un plazo de quince días, ya agotados, en sintonía con una petición similar de los mismos paradistas, que tampoco obtuvo respuesta. "Nos temíamos, y hoy se ha constatado clarísimamente, que hay una cuestión política en medio de este tema y quien sufre esta disputa son los paradistas del mercado", lanzó el concejal republicano Jordi Castellana, que urgió a los socios de gobierno a encontrar una solución. Significativamente, la concejal de Mercados, la socialista Montserrat Ballarín, también presente en la comisión de Economía, no intervino.

Un proyecto criticado por los vecinos

El traslado del mercado actual, situado en la calle de la Providència, para poder llevar a cabo la renovación integral, ha sido polémico desde el primer momento. La elección de los Jardins del Baix Guinardó, recuperados para la ciudadanía donde había el antiguo cuartel militar de Girona -y que hasta el 2018 se llamaron Jardins del Príncep de Girona-, situados entre las calles de Lepanto, Taxdirt, Marina y la Travessera de Gràcia y con una superficie total de 15.749 m², fue rechazada de entrada por los vecinos de la zona, temerosos de perder una zona de ocio por un largo espacio de tiempo. Además, el traslado, que tenía que empezar a finales de 2023, suponía talar 25 árboles para poder instalar la carpa provisional. Ahora habrá que ver si la propuesta de reubicar la carpa en otro espacio de los mismos jardines genera la misma oposición o no. Eso sí, todavía no ha quedado del todo claro donde se ubicará el mercado provisional. La gincana continúa.