Tres asociaciones de vecinos de Barcelona, la de Veïnes i Veïns del barri Gòtic, la Veïnal del Casc Antic y la Veïnal Som Barri - Vallcarca, se han desmarcado este jueves de la adhesión por parte de la Federació de Asociacions Veïnals de Barcelona (FAVB) al Compromís Nacional per un Turisme Responsable, un pacto impulsado por el Govern y firmado a finales de marzo por patronales, sindicatos y empresas y asociaciones turísticas, entre otros. En un duro comunicado, las tres asociaciones de vecinos han expresado su "sorpresa, incomprensión e incredulidad" por la adhesión de la FAVB a un acuerdo que cuenta con la presencia de patronales como Foment del Treball y el consorcio público-privado Turismo de Barcelona.

De hecho, las tres entidades acusan a la FAVB -que precisamente acaba de renovar la presidencia con Camilo Ramos como nuevo presidente-, de adherirse al pacto "sin consultar a las asociaciones federadas", añadiendo que este hecho es "especialmente importante en el caso de aquellas que pertenecemos a barrios turistizados". Hay que decir que la misma FAVB señaló en su momento que su adhesión se hacía "con un sí crítico, satisfechos porque contempla a los residentes como uno de los actores fundamentales a considerar y porque confiamos en que la futura Ley aborde la necesidad de transformación profunda del sector y su peso en la actividad económica del país".

Más allá de las explicaciones de la FAVB, sin embargo, las tres asociaciones consideran que la postura de los representantes vecinales tiene que ser la de "no secundar esta maniobra del Govern y los lobbies económicos". "Sorprende que, en plena ofensiva de la administración pública y los lobbies económicos para relanzar el turismo masivo y los macroacontecimientos, la FAVB consensúe un acuerdo con agentes tan opuestos como por ejemplo Foment del Treball o Turisme de Barcelona," señala el comunicado de las tres asociaciones de vecinos, que consideran que el acuerdo está lleno de "proclamas vacías, sin concreción, con horizontes temporales absolutamente inaceptables", que responden a la "necesidad de lavado de cara de una industria turística cada vez más cuestionada".

"Si queremos un 'turismo responsable' -prosigue el comunicado- no tenemos que contribuir a su lavado de cara, sino a hacerlo decrecer y materializar, con medidas concretas y tangibles, la exigencia de una verdadera responsabilidad social y ambiental en las empresas privadas del sector". Por eso mismo, consideran que "la adhesión de la FAVB nos parece un importante paso atrás en la defensa del relato vecinal de los últimos años" y una "cesión incomprensible y sin beneficios a cambio".