Entre el 5 y el 15 de mayo Barcelona celebrará la primera edición del Modelo. Festival d'Arquitectures de Barcelona, la reconversión de la habitual Setmana de l'Arquitectura en un certamen mucho más ambicioso y con el objetivo de convertir la ciudad en un referente de arquitectura de cara al año 2026, cuando la capital catalana acogerá el Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y será la Capital Mundial de la Arquitectura UIA-Unesco. El acontecimiento, coorganizado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Col·legi d'Arquitectes de Catalunya (COAC), quiere convertirse en un espacio de reflexión abierto, plural y multidisciplinar donde abordar los principales debates en torno a la arquitectura y el urbanismo para hacer frente a los retos sociales, políticos y climáticos del siglo XXI.
Bajo el lema Re-Créixer, el festival se desarrollará principalmente en el perímetro que delimita la frontera entre Ciutat Vella y el Eixample a través de un circuito de siete kilómetros donde se ubicarán una decena de instalaciones físicas y de realidad aumentada experimentales y se celebrarán comidas populares, rutas, talleres y debates. Entre ellas destacarán las cinco instalaciones de arquitectura efímera que transformarán cinco espacios simbólicos, cuatro de ellos en puntos de unión entre la ciudad antigua y la moderna. Se tratará de intervenciones en el espacio público que permiten debatir sobre los conflictos de estos entornos, descubrir las memorias ocultas y especular con los futuros posibles. Además, las instalaciones podrán ser adoptadas por la ciudadanía para uso cotidiano durante los días del festival.
Diseñado por Ojo Estudio, se ubicará en la plaza de Idrissa Diallo, hasta hace pocas semanas denominada plaza Antonio López. De hecho, se aprovechará el pedestal vacío donde anteriormente había habido la estatua del esclavista para revertir la pirámide de clases y elevar sobre ese pedestal un espacio público colectivo y para todo el mundo para dejar al descubierto las huellas que dejan las diferentes formas de dominación y explotación que todavía segmentan la ciudad. La nueva superficie será al mismo tiempo una cabaña de árbol, un espacio para cohabitar, un refugio, un mirador y un lugar donde reflexionar y ver la ciudad y el mar desde otra perspectiva.
Diseñado por el estudio internacional MAIO, ubicado en Barcelona, se trata de una cocina urbana al centro de la plaza de Catalunya que será el escenario de varias activaciones culinarias donde se presentarán y discutirán nuevos modelos sobre la relación de la comida y la ciudad, su impacto climático y su vinculación con la justicia social. El colectivo Cooking Sections ocupará la cocina urbana ofreciendo una mejillonada que invita a reflexionar sobre la capacidad de los mejillones de actuar como filtros depuradores en las aguas mediterráneas y la oportunidad de utilizar los desperdicios de la comida como materiales de la construcción en un mundo post-cemento.
Se trata de una colaboración del estudio de paisajismo LEA Atelier y el estudio de arquitectura TAKK Architecture, con un artefacto móvil que recorrerá la losa dejada por el antiguo mercado provisional de Sant Antoni. Dentro habrá árboles, plantas, arbustos e insectos con la intención de recordar la necesidad urgente de crear espacios públicos para revertir los efectos del calentamiento global y estimular la biodiversidad. La instalación incorporará especies de diferentes climas, altitudes, estructuras y paisajes del mundo y evidenciará también las relaciones de competencia por el espacio y los recursos que se dan a la naturaleza, en un mundo finito como es el planeta Tierra.
Diseñada por FLEXOARQUITECTURA, esta instalación propone el levantamiento y yuxtaposición de las arquitecturas desaparecidas entre los siglos VII y XXI en el solar de los antiguos juzgados de Barcelona; desde la necrópolis medieval (s.VII-2017), hasta el edificio de los Juzgados (1966-2017), pasando por los jardines de la Fusina (s.XVI-1714) y el Palau de Belles Arts (1888-1944), con su famoso triple órgano eléctrico, el más importante de Europa en aquel momento. Todo ello para presentar una reflexión en torno al flujo material de las arquitecturas pasadas y de las que están por venir en un solar vacío y en transición entre una arquitectura derribada y otra aún por construir.
Diseñado por ELISAVA, se trata de una instalación que convertirá la plaza Reial -el único espacio no situado en la confluencia entre las ciudades vieja y nueva- en el centro de debates en torno a la arquitectura, la ciudad, el diseño y la sociedad. La intervención temporal en la plaza busca generar unas condiciones óptimas donde se puedan producir tanto encuentros como desacuerdos, tanto consensos como polémicas, siempre a través de la palabra. Por eso, se cubrirá la fuente de las Tres Gràcies de la plaza Reial, ocupando temporalmente el centro de la plaza con una estructura que fomenta su apropiación por parte de cualquier ciudadano que quiera tomar la palabra.
