Con el final del curso y las vacaciones de verano a la vista, hasta 200 familias de Sant Gervasi han topado con una situación del todo inesperada: la escuela Mary Ward de este barrio cierra sus puertas de manera definitiva y en septiembre los niños tendrán que empezar el curso en otra escuela. Así se les comunicó ayer miércoles, justo dos semanas antes del comienzo de las vacaciones, en una reunión donde se les ha hecho saber la decisión irreversible y les han entregado un listado para saber qué plazas quedan libres en otros centros de la zona. Horas más tarde, se les hizo llegar oficialmente la decisión de cerrar la escuela a través de un comunicado por correo electrónico: "Lamentamos comunicaros que, en la reunión mantenida esta tarde con todas las familias de la escuela, la titularidad y las maters (religiosas de la Congregación de Jesús) hemos comunicado la decisión del cierre de la escuela para el próximo curso".

Indignación de las familias

¿Cómo lo han vivido las familias? Pues, como no podía ser de otra manera, con indignación, no solo por la decisión final, que las deja en una situación muy complicada de tener que buscar una escuela, sino también por los tiempos y por la manera de comunicarlo. En este sentido, ElNacional.cat ha podido hablar con Zoraya Tourki Lerin, madre de dos niños de la escuela Mary Ward, que asegura que en la reunión de ayer por la tarde, en ningún caso se dio a las familias toda la información. "Nos lo han dicho como hechos consumados sin darnos muchas explicaciones. Tres trabajadores de la empresa Narcís Jubany (que desde hace un año gestiona el centro), nos dijeron que era por motivos económicos y por las bajas ratios de infantil, que hacen que el colegio no sea sostenible".

En el comunicado, la empresa atribuye esta controvertida decisión al hecho de que el Departament d'Educació les ha quitado el concierto de toda la línea de Infantil, pero manteniendo Primaria y Secundaria. En este sentido, Tourki reconoce que había muchos pocos niños en los primeros cursos de infantil, pero que la situación es totalmente diferente entre los alumnos de más edad, y que, incluso, para evitar el cierre de la escuela, los padres se mostraron dispuestos a colaborar económicamente. "En un principio, ellos asumían que dos cursos perdieran el concierto, pero el Departament nos dijo hace unos 10 días que P5 tampoco quedaba cubierto. Esto son 80.000 euros y los padres nos planteamos asumirlo entre todos, ya que entre todos los alumnos, no es una barbaridad de dinero, comparado con que los niños se queden sin escolarizar".

Hermanos en escuelas diferentes

Con respecto al listado de otros centros donde poder matricular a los niños, esta madre se muestra indignada porque sumando el total de plazas disponibles, no es suficiente para llenar a todos los niños que quedarán sin escuela, y puede provocar que dos hermanos tengan que ir a centros diferentes: "Esta es la solución que nos proponen, pero es insuficiente: ¿dónde queda nuestro derecho a escoger a qué centros queremos que vayan nuestros hijos"?, lamenta la afectada, que cree que esta decisión hace mucho más tiempo que está tomada, y si se hubiera comunicado con más tiempo se hubieran podido hacer campañas para captar a más familias, algo que habría solucionado buena parte del problema, o, en caso de que fuera una situación irreversible, tener más tiempo para escoger plaza.

Lo que le sabe más mal a Taourki es la forma en que todo ha afectado a los niños, pocos días antes de las vacaciones y que ahora se tienen que hacer la idea de manera repentina de que no volverán a compartir clase con sus compañeros: "Se supone que es una escuela de valores, pequeña, familiares... ¿y nuestros hijos? Si tienen unos meses para explicarlos la situación, se pueden hacer la idea, pero hoy muchos estaban llorando o aguantándose las lágrimas antes de entrar en las aulas".

Efectos sobre los niños

En la misma línea que Taourki, Carla Lladó, otra madre del colegio, destaca que dentro de toda esta situación "ni los profesores sabían nada" y que los convocaron a la reunión sin darles ningún tipo de explicaciones y se encontraron con que les cerraban la escuela. "No nos habéis dado ninguna opción, tampoco que las familias asumiéramos parte del gasto aumentando la cuota que pagamos", lamenta la madre, y cree que detrás de todo tiene que haber algún tipo de interés económico de la Fundación que desde hace año y medio gestiona el centro.