La alerta por sequía decretada por el Gobierno en las cuencas Darnius-Boadella y Ter-Llobregat tendrá sus primeras afectaciones en Barcelona, donde el Ayuntamiento ha activado la Fase de Alerta del Protocolo por situación de sequía, que incluye restricciones en el riego y las fuentes ornamentales. Según ha detallado este martes por la tarde el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, las principales afectaciones tendrán que ver con las fuentes con manantial a la vía pública y con el riego de parques y jardines, aunque ha querido reivindicar la extensión de la red de agua freática como "garantía para abordar la situación de alerta".

Según datos aportados por el concejal, hace falta tener en cuenta, por una parte, que desde la anterior crisis de sequía, en 2008, se ha pasado de un consumo de agua de 170 litros por persona y día en 147, una reducción, que, a pesar de todo, no ha servido para evitar "volver a estar en un escenario de alerta por sequía". Por otra parte, Badia ha destacado que el ayuntamiento "ha desplegado una red de agua freática prioritaria para casos de sequía, pasando de 1 hm³ a 1,5 hm³." Eso tendrá una incidencia visible a la hora de aplicar las principales restricciones con respecto a las fuentes ornamentales con surtidores y el riego de parques y jardines.

De hecho, ha quedado prohibido el funcionamiento de las fuentes con surtidor que utilizan agua potable, que son el 42% de la ciudad, de manera que las que continúen en funcionamiento será "porque utilizan agua freática". Eso mismo pasará con el riego de los árboles, que en el caso de uso de agua potable se tendrá que hacer obligatoriamente en horario nocturno. "Si un vecino ve que están regando árboles de día, es porque lo hacen con agua freática", ha aclarado Badia. Además, se mantendrán abiertas todas las fuentes de agua potable para beber, ya que se considera que es "un servicio esencial".

Restricciones obligatorias para los ciudadanos

Asimismo, Badia ha apuntado que los ciudadanos tendrán que cumplir con tres prohibiciones, que vienen originadas por el estado de alerta de sequía decretado del Govern, y que son la prohibición de llenar piscinas privadas, excepto aquellas que tengan sistemas de recirculación; prohibición de limpiar coches privados con manguera y finalmente, restricción de regar los jardines privados a un máximo de dos veces a la semana. En estos casos, Badia ha señalado que se podrá hacer seguimiento de los consumos a través de las empresas concesionarias para saber si ha habido uso elevado de agua.

Otras acciones relacionadas con la sequía anunciadas por el gobierno municipal serán el paro de plantaciones, tanto de céspedes, planta de temporada, arbustos y arborizado. Sólo en espacios públicos se podrá plantar elementos vegetales de reposición que ya se encuentren en stock (y ya se estén regando en vivero), destinados a zonas con riego automático, mientras que la limpieza de calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares por parte de los servicios municipales se realizará con el mínimo gasto de agua indispensable y evitando, cuando sea posible, el uso de agua potable.