Barcelona se ha marcado el reto de convertirse en productor de energía con un plan para instalar placas fotovoltaicas con la intención de situar techos solares en 1.400 edificios de la ciudad a partir de grandes pactos público-privados y a un "coste cero para los vecinos". Así lo ha expuesto este miércoles por la mañana el primer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, que ha querido remarcar la necesidad de llegar a un "cambio de paradigma" y conseguir que "el consumidor sea productor", en el cual los ayuntamientos tienen que pasar a una actividad proactiva en la producción energética en colaboración con las grandes empresas.

En una nueva sesión del ciclo de conferencias 'Hacer Metròpoli' organizada por RethinkBCN, órgano de la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales de Foment del Treball, donde también han participado Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, Marta Farrés, alcaldesa de Sabadell y David Bote, alcalde de Mataró -todos del PSC-, Collboni ha propuesto un pacto para las infraestructuras metropolitanas necesarias para el crecimiento económico y la inclusión social con varios ejes, uno de los cuales es la producción de energía de raíz fotovoltaica. Según el teniente de alcaldía, "en la actual situación de cambio climático y la situación geopolítica, hay que tener soberanía energética". "Muchos ayuntamientos ya hemos empezado a plantear cómo producimos energía renovable desde el territorio", ha añadido.

En este sentido, Collboni ha señalado como actuación importante el desarrollo de la energía fotovoltaica y no se ha ahorrado a críticas al Gobierno catalán, que, segundo Collboni, "ha sido un desgobierno los últimos diez años, que ha tenido como consecuencia que Catalunya esté en la cola de España en energías renovables." Por eso ha insistido en que en la región metropolitana "nos tenemos que preguntar qué podemos hacer", para asegurar que "nuestro territorio puede producir energía fotovoltaica". De hecho, Collboni ha señalado que en este momento ya están en marcha en la ciudad 251 proyectos de energía fotovoltaica, "94 de los cuales en techo residencial".

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Jaume Collboni en un momento de su intervención / Jordi Palmer

El objetivo del ayuntamiento en esta materia sería llegar a producir 83 megawats de potencia "de aquí a 2030", de manera que la ciudad se pudiera convertir en uno "auténtico productor de energía fotovoltaica", hecho que, según Collboni, se traduciría en una "rebaja del precio de la luz" aparte de otras ventajas como explotar una fuente de energía "renovable e inagotable" y, al mismo tiempo, "sin dependencia de países que atacan nuestras democracias", en alusión a la invasión rusa de Ucrania y los problemas que ha causado en el suministro de gas, y por todo ello ha defendido la necesidad de establecer "políticas públicas coordinadas con las empresas energéticas".

Nuevas infraestructuras de movilidad

Asimismo, Collboni se ha referido a la necesidad de incidir en las nuevas infraestructuras de movilidad desde un plan de acción coordinado. Aparte de insistir en la necesidad en ampliar el aeropuerto del Prat -uno de los principales puntos de disconformidad con sus socios de gobierno municipal, Barcelona en Comú-, el líder del PSC en Barcelona ha apuntado que hay que coordinar esfuerzos en aspectos pendientes de regulación como la distribución de última milla o el uso de vehículos compartidos -motocicletas, patinetes o bicicletas- que actualmente "no pueden cambiar de municipio, y al mismo tiempo plantear grandes retos como el "descarbonización de la economía", que según Collboni pasa para que los ayuntamientos tengan su "política energética".