El centro de Barcelona ha quedado prácticamente vacío este sábado por la suma del mal tiempo ocasionado por el temporal Filomena y las restricciones contra el coronavirus que comportan el cierre del comercio no esencial. Además, este sábado por la mañana la nieve no ha caído a la capital catalana, pero el Filomena comporta también mal estado del mar, por lo cual el ayuntamiento ha activado el Plan Básico de Emergencia Municipal en fase de alerta ante las previsiones de olas superiores a los 2,5 metros y que el litoral de la ciudad sufra los efectos del temporal.

Comercio cerrado hasta el 17 de enero

El termómetro ha marcado siete grados en el paseo de Gràcia, pero la sensación térmica es fuerza más baja y los pocos peatones que hay andan con rapidez y totalmente tapados con mascarillas, gorras, guantes y paraguas. A pesar de que la campaña de rebajas acaban de empezar, los comercios no esenciales no han podido subir las persianas a causa de las nuevas medidas dictadas por el Procicat para reducir el número de contagios de Covid. Tampoco han podido abrir las librerías, porque no se consideran establecimientos esenciales. Únicamente queda abierto algún bar que sirve cafés para llevarse, algún quiosco y las farmacias.

El temporal y la pandemia han dejado las calles más comerciales de Barcelona como el Portal del Ángel, el paseo de Gracia, la rambla de Catalunya y la avenida Diagonal prácticamente desiertos.

Son muy pocos los que este sábado por la mañana han salido a pasear por el centro de la ciudad aunque este fin de semana tendría que ser el primer fin de semana de la campaña de rebajas de invierno. De hecho, antes de la entrada en vigor de las nuevas medidas, la Generalitat había señalado este domingo, 10 de enero, como uno de los festivos del 2021 en que los comercios podían abrir.

Lejos de eso, los centros comerciales y las tiendas no esenciales quedarán cerrados los fines de semana al menos hasta el 17 de enero. Por eso, las compras o el retorno de los regalos de Navidad se tendrán que hacer del lunes al viernes y en tiendas de superficie igual o inferior a 400 metros cuadrados. Y los centros comerciales y los establecimientos mayores tendrán que permanecer cerradas, ya que esta vez no se les permite abrir aunque limiten el espacio reservado en venta.

Plan de emergencia

En todo caso, el mal estado del mar ha hecho activar el Plan Básico de Emergencia Municipal en fase de alerta delante las previsiones de olas superiores a los 2,5 metros. Por este motivo, el Ayuntamiento de Barcelona ha recomendado a la ciudadanía que aumente la precaución y evite acceder a las playas y recuerda la prohibición de acceder a los espigones de la playa y entrar en el agua mientras ondee la bandera roja, izada en todas las playas durante el episodio. La Guardia Urbana de Barcelona se ha desplegado en el ámbito del litoral barcelonés y cierra el paso en los espigones y las zonas donde rompen las olas, para evitar riesgos para las personas.

Por otra parte, ante la mejora de las previsiones con respecto a ventoleras, el Ayuntamiento empieza a abrir de manera progresiva los parques y jardines de la ciudad.