La exposición temporal Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano rescatará este octubre dos de los iconos escultóricos del franquismo: la Victoria que Frederic Marés esculpió para el "Cinc d'Oros", y el Franco ecuestre de Josep Viladomat, que fue decapitado en 2013.

Se instalarán ante el Born Centre de Cultura i Memòria entre el próximo 14 de octubre y enero de 2017, según adelanta La Vanguardia. Según consta en el proyecto de la exposición, la producción, montaje y desmontaje tendrá un coste de unos 41.000 euros, con IVA incluido.

Las esculturas de la Victoria y de Franco, rescatadas de los almacenes municipales, serán el hilo conductor de la exposición. Se colocarán encima de plataformas individuales, ancladas a una base metálica delante de la fachada del museo del Born. "La sombra de la escultura de la República de Viladomat (actualmente preside la plaza de la República, anteriormente plaza Llucmajor) completa el 'ménage à trois'), explicita el proyecto.

Avalancha de críticas

El líder de ERC en Barcelona, Alfred Bosch, ha exigido hoy al consistorio de Ada Colau que desista de sacar adelante este proyecto para después de vacaciones en el Born Centre Cultural. También ha cargado contra esta exposición el diputado en el Congreso por ERC Joan Tardà, que ha pedido a Colau que la paralice porque considera que exponer durante unos días estatuas de Franco en las calles de Barcelona "cuando hay miles de víctimas sin reparación, es normalizar la anomalía".

También otros representantes han criticado esta exposición en las redes:

Pisarello se defiende

El primer teniente de alcalde del Ajuntament de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha respondido hoy a las críticas de ERC y ha afirmado que con la exposición pretenden hacer pedagogía e impulsar una reflexión colectiva contra la impunidad de la dictadura.

En un escrito colgado en las redes sociales, Pisarello ha apuntado que considera legítimas las críticas de ERC, aunque le sorprenden, ya que la muestra busca "justo lo contrario", porque pretende hacer pedagogía entre la ciudadanía, especialmente entre los más jóvenes, "y romper el silencio que ha imperado sobre los crímenes del franquismo, también durante la democracia".