Un estudio elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona, el Servei Meteorològic de Catalunya y Barcelona Regional advierte que la ciudad se expone a vivir, como mínimo, una ola de calor cada año como consecuencia del cambio climático. Si no se instauran nuevas políticas y hábitos sociales, sin embargo, el estudio alerta que esta frecuencia se podría incrementar hasta registrar cuatro o cinco olas al año, con el correspondiente incremento de noches tropicales y tórridas. Al mismo tiempo, el informe también señala que el cambio climático está conduciendo a un incremento de la temperatura media, que crecerá casi dos grados durante los próximos años. Delante de este escenario, el Ayuntamiento prevé presentar el Plano Clima durante el otoño, donde se definirán estrategias para mitigar todos estos efectos.

El análisis, presentado por el Ayuntamiento este miércoles, evalúa los datos globales del impacto del cambio climático en Barcelona y concreta cuáles pueden ser los efectos en función de si la sociedad y la administración actúan de forma comprometida con los acuerdos de París, o bien si se opta por un comportamiento más pasivo, sin ninguna modificación en las políticas ni en los hábitos del día a día.

En este sentido, se señala que actualmente Barcelona vive, por término medio, una ola de calor cada casi cuatro años. Se trata de una serie de más de tres días en que las temperaturas máximas superan los 33,1 grados. Debido a los efectos del cambio climático, sin embargo, se prevé que haya una ola cada el año y que esta sea dos o tres días más larga que ahora. Si no se adopta ninguna medida al respecto, este incremento se podría disparar hasta registrar cuatro o cinco olas de calor cada año, y cada una duraría seis días más que ahora.

Noches insoportables

El crecimiento de olas de calor se espera que comporte un aumento de la temperatura nocturna, con más noches tropicales (por encima de los 20 grados) y más noches tórridas (por encima de los 25 grados). Según las estadísticas, actualmente Barcelona sufre 38 noches tropicales al año, las cuales se podrían duplicar si se aplican medidas correctoras y triplicar.

Lo mismo se prevé que pase con los días donde las temperaturas superan los 35 grados, los cuales se consideran días tórridos. Hoy por hoy Barcelona vive una jornada en estos condiciones cada dos años y se prevé que sean tres cada año debido al cambio climático. Si no se instaura ninguna medida para mitigar los efectos, la previsión es que los días tórridos lleguen a ser ocho al cabo del año.