La ciudad de Barcelona coge la misma dirección que Nueva York en el combate contra los efectos más nocivos de las redes sociales a la salud (pero no llega tan lejos). Mientras que la ciudad estadounidense ha denunciado las 5 grandes redes sociales por perjudicar la salud mental de los jóvenes, la capital catalana ha anunciado que ofrecerá asesoramiento legal para las asociaciones y entidades que quieran denunciarlas. Según informa RAC1, el PSC llevará la propuesta al próximo pleno a través de una declaración institucional para declarar como problema de salud pública los efectos de las redes sociales en la salud mental.

"Barcelona no puede quedar al margen de la ola global de este fenómeno", ha remarcado Maria Eugènia Gay, en declaraciones en esta radio. La socialista ha subrayado el compromiso del Ayuntamiento de "ayudar a familias y entidades a garantizar la salud mental de nuestros ciudadanos más jóvenes". Gay ha aprovechado para instar a la Generalitat, el Gobierno y la Unión Europea (UE) a impulsar medidas para proteger la salud mental infantil y juvenil.

El caso de Nueva York

La ciudad de Nueva York inicia una cruzada contra las cinco grandes redes sociales: TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube. El Ayuntamiento ha presentado una denuncia formal contra estas cinco redes sociales por "alimentar una crisis de salud mental entre los menores en toda la nación". La denuncia la ha presentado el mismo alcalde de la ciudad, Eric Adams, aunque ha sido planteada conjuntamente por la Alcaldía, el Departamento de Educación y el Departamento de Salud.

"Nuestra ciudad se construyó sobre la innovación y la tecnología, pero muchas redes sociales ponen en peligro la salud mental de los niños, promueven adicciones y animan comportamientos insanos", subrayó el alcalde cuando presentó la demanda en rueda de prensa. El Ayuntamiento de Nueva York gasta cada año 100 millones de dólares en programas de tratamiento de salud mental de la juventud.

El 24 de enero pasado, la ciudad de Nueva York declaró a las redes sociales "amenazas para la salud mental" y las equiparó en su peligrosidad a las drogas y las armas. Ahora, la cruzada contra el efecto nocivo de las redes sociales sobre la salud mentales de jóvenes va más allá, concretamente hasta en frente el Tribunal Supremo de California, estado donde tienen la sede la mayoría de empresas tecnológicas. Esta escalada de las hostilidades responde al hecho que los datos de salud mental de los jóvenes de Nueva York es cada vez peor.