El Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona (AHCB) culminará, durante el próximo año, la digitalización de más de un millar de títulos de la prensa clandestina que forman parte de su fondo, uno de los más importantes de Catalunya, y que está compuesto a partir de las donaciones privadas, de partidos, de entidades y de organizaciones diversas. Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, en estos se añaden los documentos que los particulares depositaron al buzón del Archivo o dejaron camuflados dentro de diarios y libros en la Sala de Consulta de su sede, en la Casa del Arcediano. El resultado se podrá consultar en su web. Actualmente, ya se pueden consultar 180 títulos.

Una selección de estas publicaciones ya pueden verse expuestos estos días, en el marco de la exposición "Quan plovien octavetes: clandestinitat, premsa i propaganda antifranquista". Con motivo de esta exposición, el martes 16, a las 17.30 horas, está previsto que se celebre una mesa redonda bajo el título "La premsa clandestina per dins". En la mesa intervendrán personas activas en la elaboración de algunas de las revistas que se publicaron durante aquel periodo, como Isidor Boix (Asamblea Obrera), Enric Cama (boletín Eixampla) y Andreu Claret (Agència Popular Informativa), y será moderada por el comisario de la exposición Manel Risques.

Las publicaciones de partidos políticos conforman más de la mitad del total. Las que proceden de asociaciones obreras son un 20% del total y, más allá, las del movimiento universitario y las de agencias de información así como las del movimiento vecinal, feminista, pacifista y comités de solidaridad, entre otros.

Clandestinidad o exilio

La mayoría de estas publicaciones, elaboradas en la clandestinidad o en el exilio, se producían en condiciones precarias y peligrosas. La prensa clandestina se convirtió en un fenómeno de relevancia creciente que alcanzó la máxima expansión a finales de los años 60 y a los 70 y posibilitó la vertebración de las organizaciones antifranquistas y de los movimientos sociales, sirvió de herramienta de agitación y propaganda, de contrainformación y denuncia, potenció la socialización de la protesta, colaboró a la construcción de una cultura de resistencia ante el fascismo y se convirtió en agente activo de movilización colectiva y del cambio democrático propugnado por el antifranquismo.

Muy a menudo, la captura de los militantes implicados en su elaboración y difusión comportó la detención, la violencia, la tortura y en muchos casos, la acción penal de los consejos de guerra y del Tribunal de Orden Público.

En 1939 supuso la desaparición de las cabeceras de la prensa o su confiscación por los vencedores. Algunas sobrevivieron a la clandestinidad o al exilio, y pocas tuvieron continuidad de forma regular. Ningún al fin del franquismo se revitalizaron y acertaron un trayecto a menudo incierto en la democracia.

Esta colección de publicaciones es una fuente histórica de primer orden para el estudio de la historia del periodo franquista y de los grupos clandestinos que se opusieron, y para el estudio de la propia prensa clandestina bajo la dictadura franquista.

 

Imagen principal: Portada de 'Treball', órgano del PSUC, de 1971 / AjBCN