El Plan General Metropolità (PGM) de 1976 es el instrumento que ha servido de marco para las operaciones urbanísticas de los últimos cincuenta años en todo el área metropolitana de Barcelona. Se trata de una normativa totalmente desfasada, hija del tardofranquismo desarrollista, que ha sobrevivido hasta nuestros días a falta de un nuevo instrumento que lo sustituyera y por la vía de miles de modificaciones -los llamados MPGM-. Ahora, y con el horizonte de 2030, se han empezado a dar los pasos para dejar atrás definitivamente el PGM de 1976 con la aprobación, este martes, del Pla Director Urbanístic Metropolità (PDUM) por parte del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB).

Este nuevo instrumento ordena, planifica y estructura la metrópolis de Barcelona, es decir, de los 36 municipios que conforman el AMB, y es el paso previo a la redacción del Plan de Ordenación Urbanística Metropolitano (POUMet), que supondrá el entierro definitivo del PGM de 1976. Según el vicepresidente ejecutivo del AMB, Antonio Balmón, todavía "queda mucho camino por hacer" para llegar al hito, previsto para "2030", pero apunta que el proceso queda "abierto" y, especialmente, significa establecer las normas de lo que "necesita la metrópoli sin un crecimiento de depredación" y con ejes como la "defensa del sector público en aspectos como la sanidad, la educación y la movilidad".

"Establecemos las bases para la sustitución del famoso PGM de 1976", ha apuntado el vicepresidente de desarrollo de políticas urbanísticas del AMB, Jordi Sánchez, que ha apuntado que la aprobación es un hecho "histórico" y ha defendido que el nuevo PDUM tiene, para empezar, una "legitimidad democrática" que no tenía el PGM, pero además, "responde a una concepción coral que ha contado con técnicos y representantes de Ayuntamientos, trabajando consensos políticos y territoriales". Sánchez, que es concejal del Ayuntamiento de Montcada i Reixac, ha detallado también que el nuevo PDUM responde a una "concepción de área metropolitana en red donde rehuimos considerarnos periferia de un centro para pasar a pensar el área metropolitana entre todos".

El PDUM en cifras

Además de la voluntad de enterrar definitivamente el PGM de 1976, el PDUM aporta un marco de nueva urbanización en el que se ha evitado la "política de depredación del territorio", hasta el punto que se prevé pasar, vía recalificaciones, de un suelo no edificable que actualmente es del 48% del AMB, a un 51%, protegiendo espacios que hasta ahora mantenían la condición de edificables. Todavía más, dentro de los grandes ejes del PDUM se prevé la construcción de más de 120.000 viviendas asequibles, 10 grandes avenidas metropolitanas que suman más de 240 kilómetros, 870 kilómetros de ejes verdes y 15 nuevos polos de atracción urbanos que permitirán crear una metrópolis policéntrica.

Una vez aprobado este martes el PDUM por parte del Consell Metropolità, se abre el periodo de información pública, que se extenderá hasta el 30 de octubre del 2023, a fin de que el sector público, la ciudadanía y las entidades puedan hacer alegaciones, que se tendrán en cuenta dentro del documento urbanístico. El nuevo PDUM entrará en vigor una vez superadas dos tramitaciones: la aprobación provisional, competencia del AMB, y la aprobación definitiva, competencia de la Generalitat de Catalunya. Entonces se podrá empezar al trabajar en la redacción del POUMet y dejar atrás el PGM de 1976, un trabajo que todavía se alargará hasta finales de esta década.