La plataforma ecologista Futuro Vegetal vuelve a atacar la ciudad de Barcelona. Esta vez la víctima ha sido la tienda oficial del Barça del paseo de Gràcia, con otra técnica y denunciado otro motivo. Los activistas han lanzado pintura roja contra la fachada de la tienda y han denunciado una supuesta "complicidad" del Barça con el "genocidio" de Palestina, denuncian también los patrocinios con el Congo y Spotify. En un vídeo de un minuto publicado en X, se ven dos personas rociando de rojo el escudo del Barça y la entrada de la tienda con un extintor mientras de fondo suena el himno del club. Acto seguido, despliegan una pancarta con el mensaje: "FC Barcelona genocida. Free Palestine. Free Congo". El vídeo se ha viralizado rápidamente y ha encendido las redes sociales, con centenares de usuarios condenando la acción.

La organización acusa al club blaugrana de complicidad con el “genocidio” palestino y denuncia sus patrocinios con Spotify y el gobierno del Congo. Según Futuro Vegetal, el CEO de Spotify "lideró una ronda de financiación de cerca de 700 millones de euros en una start-up que desarrolla tecnología militar utilizada por el gobierno israelí". Además, en la publicación han añadido una fotografía de Joan Laporta con una bandera de Israel y diplomáticos israelíes, fechada de febrero de 2023, antes del estallido del conflicto entre Palestina e Israel.

El colectivo también critica el reciente acuerdo de patrocinio con la República Democrática del Congo, que lucirá en la parte posterior de las camisetas de entrenamiento con el lema "R.D. Congo, cœur del Afrique". Futuro Vegetal afirma que "es una vergüenza que el Barça colabore con un gobierno que perpetúa el ciclo de violencia contra su población por intereses neocoloniales". Según denuncian, "la situación en el Congo se agrava por los intereses de los gobiernos ruandés, congoleño y ugandés, que actúan como socios, de multinacionales extractivas como Samsung o Apple".

El ataque contra la Sagrada Familia

El pasado domingo dos mujeres activistas de Futuro Vegetal fueron detenidas por atacar la fachada de la Sagrada Familia con polvo tintado rojo y negro. La acción, que estuvo rápidamente parada por el personal de seguridad del templo, se enmarcó en una protesta "contra la complicidad de los diferentes gobiernos en los incendios que han arrasado la Península este verano". Después de ser retenidas, la policía dejó en libertad a las activistas bajo la advertencia de una sanción de 600 euros en aplicación de la ley mordaza.