La tasa turística, o más propiamente, el Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET), es un recargo que pagan los usuarios de establecimientos turísticos por cada noche de estancia. En el caso de Barcelona, aunque el impuesto lo recauda la Generalitat, la mitad se transfiere al Ayuntamiento que, sobre el papel, los destina a proyectos de desarrollo turístico en diferentes distritos de la ciudad y a la promoción de actividades deportivas, gastronómicas y culturales de relevancia para la proyección internacional de la ciudad y la captación de turismo de calidad, una definición que tan pronto sirve para dinamización de barrio como para pruebas deportivas minoritarias.

Según informó recientemente el Ayuntamiento de Barcelona, en los doce últimos meses el gobierno municipal ha invertido 6,7 millones de euros provenientes de la tasa turística en aspectos lo suficentemente diferentes como propuestas culturales que diversifican el turismo en el territorio creando nuevos atractivos en los barrios, proyectos de recuperación de la memoria histórica y los que proponen una mejor gestión de la ordenación y los usos en los barrios con una elevada afluencia de visitantes para garantizar la preservación de la convivencia, las mejoras en espacios o activos turísticos del territorio, así la promoción de buenas prácticas en pro de un turismo responsable.

En este contexto, sin embargo, sorprende que al lado de iniciativas como el proyecto Montjuïc 360º, una propuesta para redescubrir a pie el patrimonio natural e histórico del Parque, con la recuperación de espacios y antiguos caminos de Montjuïc y mejora de la conservación de diferentes zonas o el arreglo y dinamización del espacio Meeting Point ubicado en la calle Creu Coberta y gestionado por la asociación de comerciantes del eje comercial donde se ofrece información al visitante sobre el comercio de proximidad y el entorno, actividades del barrio y otras acciones, que completan una inversión de 98.000 euros en el distrito de Sants-Montjuïc, se encuentre una inversión de 725.000 euros en el Institut Barcelona Esports destinada a financiar pruebas deportivas como el Concurso Internacional de Saltos 125 aniversario del Real Club de Polo de Barcelona y la Final Máster World Padel Tour que tendrá lugar del 16 al 18 de diciembre en el Palau Sant Jordi.

Inversiones en memoria histórica

Otras inversiones destacadas son los 92.000 euros destinados al distrito de les Corts que se gastarán en un proyecto de recuperación de la memoria histórica con la rehabilitación del Panteón de los Soldados de Ultramar, un monumento cripta del arquitecto municipal Pere Falqués situado en el cementerio de las Corts dedicado a los 734 soldados que murieron en las guerras coloniales españolas en Cuba y Filipinas. En el mismo distrito se financia un proyecto de interpretación del patrimonio arquitectónico de la calle Danubi y otro con el sector hotelero para mejorar y reducir la producción de residuos.

En otro punto de la ciudad, el distrito de Gràcia, el Ayuntamiento destina 85.000 euros al proyecto Nuevos itinerarios turísticos del barrio del Coll, con una ruta que contempla once puntos turísticos singulares y combina ejemplos de arquitectura eclesiástica de gran valor, ejemplos modernistas, una masía tradicional catalana, así como la memoria histórica del movimiento vecinal postfranquista y del movimiento obrero y al mismo tiempo reivindica espacios naturales y reivindica miradores que permiten visualizar la ciudad y explicar el crecimiento de Barcelona hacia los barrios y villas que la conforman hoy día.

Con respecto a Nou Barris, se destinarán 67.250 euros para dos proyectos culturales. Uno de ellos es el Laboratori Art Urbà, un plan de acción de impulso y apoyo a los artistas urbanos de la Zona Nord del distrito que quiere generar un nuevo atractivo turístico que implique procesos de creación comunitaria y mejora de la cohesión social a partir de propuestas que fomenten la identidad propia y colectiva. El segundo es el festival Flamenc a Nou Barris que tiene lugar en el distrito desde el año 2000.

En Sant Martí el impuesto financia con 175.000 euros el impulso del programa Cultura al Carrer que llevará al barrio del Besòs y el Maresme actividades familiares y espectáculos de circo, danza, teatro y música. Una programación de dinamización cultural en el espacio público del barrio con propuestas de pequeño, medio y gran formato y gratuitas. A través del ocio, el ocio y la cultura, la propuesta quiere acercar a la ciudadanía de Barcelona y los visitantes al barrio del Besòs y hacerlo con una programación que tenga también en consideración las diversas identidades que conviven en el barrio, así como la mirada de género e intercultural.

Itinerarios turísticos

En cuanto a Ciutat Vella, se destinan 82.000 euros al trabajo integral que incluye un estudio y un mapa de los itinerarios de los grupos de turistas que permitirá disponer de una diagnosis y un mapa esmerados de cuáles son los orígenes, itinerarios y puntos de parada con mayor afluencia. Se harán propuestas de gestión y de buenas prácticas que ayuden a mejorar los impactos de los grupos y también la propia experiencia del visitante. También en la línea de fomento de la descentralización del turismo en los barrios y la creación de nuevos imaginarios turísticos, se reservan 300.000 euros de inversión en los distritos en proyectos enfocados a crear un plan de actuación para los próximos años en torno a la movilidad turística y a la definición de escenarios de gestión que contribuyan a administrar los flujos turísticos que recibe la ciudad.

Finalmente, el ayuntamiento da apoyo a los Galardones The World's 50 Best Bares 2022, con un presupuesto de 75.000 euros y que este año ha distinguido la coctelera barcelonesa Paradiso con el primer premio. También se destina parte del impuesto al fomento y promoción de las Industrias Creativas y el ecosistema de innovación local, con un total de 280.000 euros para diferentes proyectos.