El crecimiento exponencial del uso de los patinetes eléctricos —catalogados como VMP o Vehicúlos de Mobilidad Personal— en la ciudad de Barcelona ha generado nuevas problemáticas de convivencia en las calles, con quejas tanto de los usuarios como del resto de ciudadanos por su adaptación y presencia en las calles de la capital de Catalunya. Uno de los puntos claves es el uso de estos vehículos en acera, que está específicamente prohibido, excepto cuando existe carril bici, con la velocidad limitada a 10km/h.

Este tipo de vehículo aumentó un 276% el año 2019 respecto del 2018, en el momento de la gran eclosión del patinete eléctrico, y un 22% más en 2020 respecto a 2019, según datos suministrados este miércoles por el RACC, que ha presentado el informe El comportamiento de los usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP) en Barcelona, que estudia el perfil y comportamiento de las personas que se desplazan en patinete eléctrico y que como datos clave destaca que hay un alto grado de desconocimiento de la normativa y que los usuarios corren más de lo permitido.

En concreto, según el estudio presentado por Josep Mateu, presidente del RACC, y Cristian Bardají, director del área de movilidad del RACC, hasta un 51% de los usuarios del patinete eléctrico desconocen la normativa aplicable en aspectos como el uso de elementos de seguridad —casco e iluminación—, que son recomendables u obligatorios según el tipo de patinete, la prohibición de llevar pasajeros y sobre todo, los espacios por donde pueden circular —la acera está prohibida excepto en caso de que sea por donde pase el carril bici— y a qué velocidad.

 

94% de exceso de velocidad en carriles sobre acera

La velocidad es uno de los principales problemas detectados en el informe, elaborado a partir de 600 encuestas presenciales y 3.065 observaciones. En concreto, un 19% admiten superar la velocidad permitida, que no puede exceder nunca los 25 km/h, y un 9% confiesan tener el vehículo trucado para exceder la velocidad permitida.

El dato más preocupante está en el caso de circulación en carril bici sobre acera, donde la velocidad está limitada a los 10 km/h —mientras que en carriles bici en calzada se puede correr hasta 25 km/h—. Según el informe, un 94% de usuarios exceden este límite. Conviene recordar que la circulación en acera del patinete eléctrico está prohibida excepto en el caso de que sea por donde pasa el carril bici.

El RACC, a favor de la segregación de espacios

Ante estos datos, el RACC recomienda incidir en aspectos como la segregación de espacios para cada tipo de movilidad, en especial la necesidad de bajar los carriles bici a la calzada. "Tiene más sentido segregar espacios que limitar por compartir el mismo espacio con los peatones", ha afirmado Bardají.

Otras recomendaciones del RACC son la necesidad de dar una "mínima información obligatoria y gratuita" a los usuarios del patinete, la mayoría de los cuales no tienen ni dos años de práctica en su uso y proceden de medios de movilidad como el transporte público o el ir a pie, que no implican educación vial previa. Con todo, el RACC descarta que haga falta un carné específico y sólo abre la puerta a que esta educación obligatoria "se pueda transformar en un pequeño permiso de circulación". También defienden un registro para evitar robos, pero no necesariamente una matriculación.

 

Imagen principal: Un usuario de patinete eléctrico sobre la acera / Sergi Alcàzar