Vaya de antemano una aclaración: Álvaro Ojeda es un impresentable, un bufón, una vergüenza de la profesión periodística. El reportero es el autor de la lamentable frase: "A la puta cárcel todos los golpistas mongolos". A partir de ahí, nada bueno se puede esperar de este personaje. Vive del escarnio hacia terceros, vomita odio hacia cualquier demostración de catalanidad y va por la vida y por España pretendidamente provocando al personal. El problema es que hace tiempo que dejó atrás cualquier indicio de decencia.

alvaro ojeda lacito

@okdiario

Un incendiario grotesco que está a las órdenes de Eduardo Inda en Ok Diario, el mismo medio que ha hecho un relato repulsivo sobre la llegada de los presos a Madrid, que aprovecha a la mínima para hacer la gracieta de turno. Pasó recientemente en el stand de Catalunya de Fitur, cuando fue con un lacito de la bandera española en la chaqueta intentando irritar a los trabajadores catalanes con que se encontraba. Salió escaldado. La lección de buenas maneras y respeto que recibió lo desarmó. Pero él, erre que erre, pidiendo que dieran besos a la bandera y que dijeran "¡Viva España!", cosa que hicieron todos, como quien le sigue el rotllo a un loco, exceptuando a un empresario que rehusó de manera muy correcta.

alvaro ojeda instagram

@alvaroojeda1980

Quizás Ojeda se creería que ante la bandera española, los catalanes reaccionarían como la niña Megan delante de un crucifijo en El exorcista y empezarían a vomitar líquido verde, bajar las escaleras hacia atrás o mover la cabeza en círculos.

alvaro ojeda espanya2

@alvaroojeda1980

Ojeda no se cansa de hacer el ridículo mientras los ultras unionistas le aplauden las patéticas performances o los ataques constantes a alguien que tiene entre ceja y ceja, Gabriel Rufián. El diputado de ERC se lo toma a broma, pero él insiste en ponerlo en la diana de sus comentarios como aquella garrapata que se coge a alguien para subsistir. Hace un tiempo le dijo, hablando de Andalucía, que "El cambio ha empezado en el sur y se extenderá hasta los pies de tu cama en los próximos meses". Seguro que desde entonces, Rufián ni duerme. Ahora ha vuelto a dirigirse al político catalán. De manera chapucera. Pero también repugnante. Lo ha hecho aprovechando el traslado de los presos políticos desde Catalunya hasta la prisión de Soto del Real para esperarse a que empiece el juicio al procés.

El tosco vídeo, con música de un tema del cantante El Barrio, debe ser considerado por el mismo autor una genialidad. Pero lo que ha conseguido, nuevamente, Álvaro Ojeda, es que aparte de los cuatro palmeros que le ríen cualquier cosa que perpetre, el resto de personas con dos dedos de frente lo hayan puesto fino, incluso, los que no piensan igual que Gabriel Rufián:

Este último comentario es excesivamente cruel... Pobres amebas que las comparen con este impresentable.