En junio de 2022, el mundo quedó sorprendido cuando la noticia de la separación entre Shakira y Gerard Piqué se hizo pública. A pesar de los esfuerzos por mantener la discreción y el respeto, pronto se desató una batalla mediática entre la ex pareja, exacerbada por la confirmación del romance del ex futbolista con Clara Chía, la mujer con la que le fue infiel a Shakira. Lo que siguió fue una serie de enfrentamientos públicos, con Shakira expresando su dolor a través de su música y Piqué luchando por sus derechos como padre en medio de una disputa legal por la custodia de sus hijos, Milan y Sasha. 

Finalmente, Shakira tomó la decisión de trasladarse a Miami para distanciarse de su vida pasada en Barcelona, aunque las indirectas hacia su ex pareja continuaron. Canciones, entrevistas y publicaciones en redes sociales giraban en torno a Piqué. La tensión entre ellos parecía insuperable, hasta que una figura silenciosa pero poderosa intervino: William Mebarak, el padre de Shakira.

El poder de la influencia paterna: William Mebarak interviene

William, quien ha enfrentado su propia batalla personal contra la enfermedad al enfrentarse a las secuelas de una hidrocefalia con presión normal diagnosticada a mediados de 2022 luego de una caída, y ha experimentado las complejidades de las relaciones familiares, ha sido un defensor incansable de la unidad familiar. A pesar de su delicado estado de salud, su deseo de ver a su familia unida y en paz lo impulsa a buscar una reconciliación entre su hija y su ex yerno.

Con el tiempo como un recurso precioso y la salud de William en declive, su petición por la paz familiar ha resonado en los corazones de Shakira y Piqué. Ambos han encontrado un punto de encuentro y han acordado firmar una tregua entre ellos, dejando de lado los juegos de poder y los enfrentamientos a través de intermediarios legales, optando en su lugar por una comunicación directa para abordar los asuntos relacionados con sus hijos. Aunque la relación entre la colombiana y Gerard está lejos de ser amistosa, han decidido enterrar el hacha de guerra en aras del bienestar familiar.

El legado de William Mebarak: un llamado a la reconciliación

William Mebarak tiene una comprensión única de las complejidades que implica pasar por un divorcio, dado que él mismo se separó de su primera esposa, con quien tuvo 10 hijos, para estar con Nidia Ripoll, la madre de Shakira. A pesar de las dificultades, siempre ha priorizado la unidad familiar y la felicidad de sus hijos. A medida que el tiempo avanza inevitablemente para William Mebarak, su deseo final es simple: partir en paz, con la certeza de que su familia permanece unida y libre de cualquier resentimiento que pueda dividirla. Esta aspiración emana de un hombre que ha dedicado su vida a proteger y amar a sus seres queridos, y su llamado a la reconciliación ha tenido un impacto significativo en la tensa relación entre Shakira y Gerard Piqué.