Es difícil acordarse de todos los juguetes rotos que participan en ‘Supervivientes’. Telecinco realiza una edición al año con unos 16 concursantes, algunos más anónimos que otros. Seguramente os acordaréis del paso de Loly Álvarez por la isla. Tras su paso por el concurso desapareció de la pequeña pantalla, pero ha vuelto a ser noticia por su problema de salud. La cantante confesó que “llegué a pensar que me moría”. La artista se desplazó hasta el centro sanitario para someterse a una revisión porque no se recuperaba de un resfriado de pecho que le duró tres semanas. “Me costaba respirar”, dijo. El personal de atención primaria le derivó rápidamente a urgencias, donde le realizaron un ecocardiograma. “Me dijeron que mi corazón estaba al 25% y que estaba tan débil que podía parar en cualquier momento”, unas desgarradoras palabras que la dejaron helada.

Tuvo miedo. “Te dicen la palabra muerte súbita y cualquiera se pone en la peor de las situaciones”. Sin embargo, Loly Álvarez no se rindió y luchó por la vida. “Empecé un tratamiento -que es de por vida- bastante duro. Los cuatro primeros meses estuve sin poder levantarme del sofá. No me tendía de pie". “Es una medicación que hace que las pulsaciones estén bajas para que el corazón no lata deprisa”, explica la artista en conversación con ABC.

Loly Álvarez necesito ayuda psicológica 

“Te encuentras tan mal que crees que vas a morir. Es muy duro irte a dormir y no saber si vas a amanecer. También no saber si cuando te despiertas, llegarás a la noche”, confiesa. Fueron unos meses especialmente difíciles, Loly no era capaz de digerir la situación por sus propios medios, así que pidió ayuda psicológica. Y es que justo después de diagnosticarle la enfermedad, falleció su padre. “Primero fue mi enfermedad, después -en marzo- falleció mi padre y en octubre, dos días antes de mi cumpleaños, murió mi perro”. “Ha sido un año horrible”, sentencia.

Loly Álvarez llevó la enfermedad en la más estricta intimidad. No quiso preocupar a nadie, solo a su entorno más cercano. “Vivir con la muerte acechando en cada momento es muy fuerte. Y no saber si lo iba a aguantar”. Pero su férrea lucha ha hecho que hoy pueda decir que “mi corazón está más fuerte y puedo empezar a hacer una vida normal. He estado haciendo rehabilitación cardíaca”.

Según los médicos se trataba de algo genético. “Hay muchas personas que están atravesando lo mismo que yo. No entendía por qué me había pasado esto porque yo siempre he sido deportista, he seguido una alimentación sana y no he bebido alcohol. Es por un gen”. “He estado en manos del equipo de cardiología del Hospital Universitario de Toledo. No tengo las suficientes palabras para agradecer cómo me han tratado y ayudado”, expresa una emocionada Loly Álvarez.

Todo esto le ha servido como una lección de vida. “He aprendido a valorar lo realmente importante. No se sabe lo que se tiene hasta que ves que puedes perderlo. Valoro levantarme cada mañana, tomar café o ver el sol. Te das cuenta de lo bonita que es la vida. Perdemos el tiempo en conseguir tantas cosas… Esto me ha cambiado totalmente”.