España es la única monarquía europea con dos reinas plebeyas, la oficial y la del pueblo. Las dos excesivamente operadas de cirugía estética a la misma edad: Letizia, 53 años y Belén Esteban, 51. Antes era la princesa del pueblo y ahora la reina del pueblo o la patrona como le dicen sus compañeros de No somos nadie, la quinta versión de Sálvame que ha pasado de Telecinco a Netflix, Youtube, La 1 y el regreso a TEN. En esta cadena minoritaria sigue emitiéndose cada tarde con audiencias del 2% un programa del corazón con los restos de serie: Belén Esteban, Kiko Matamoros y María Patiño. Los viernes con Carlota Corredera. El resto ha huido o no les pueden pagar. Han ido perdiendo sábanas en cada lavada. Sin el catalán Jorge Javier Vázquez ligando el alioli han perdido el alma del programa. Belén Esteban sigue siendo una fiera televisiva, por natural, por directa, por explosiva, por querida. Este viernes ha querido elevar la audiencia reconociendo un detalle que pocas mujeres operadas admiten, todas sus operaciones. Vídeo:

Belén Esteban: "Yo me he hecho la nariz dos veces, que me cogieron cartílago de las orejas y de debajo del pecho. Me operaron también los pechos. Me quité las ojeras y la piel que me sobraba de los párpados. Y me hice la boca, los labios. Mis dos mejores operaciones, las que me lo han dejado mejor, son la boca y los pechos. El pecho lo tengo perfecto. ¿Que si podría enseñarlo? A ti en el baño... pero ¡cómo me voy a poner yo aquí a enseñar las tetas, Valdeperas! Y la peor operación, la que me lo dejó peor fue la de la nariz, no diré el nombre del doctor pero me dejó la nariz como un cuadro. Era muy experto, uno de los mejores, pero a mí me salió cruz, negativo. Pagué, eh, no me lo regalaron a cambio de promoción. No me hice todas las operaciones a la vez, la que más me dolió fue la de los ojos. Tengo alto el umbral del dolor. Tenía muchas ojeras y cuando me quitó la piel de arriba se me notaba el cambio. En cambio dicen que el pecho duele mucho pero a mí no". Cinco operaciones: nariz, boca, ojos, pechos y nariz otra vez.


A Belén Esteban hay que reconocerle que está ahora mejor que antes. Dejar de consumir cocaína y estar casada con un hombre bueno ayuda. En cambio, Letizia se va desfigurando tanto que parece Michael Jackson. No todas las operaciones son malas, pero es mejor llevar vida sana, hacer ejercicio y amar al hombre o la mujer con quien compartes la vida, cosa que Letizia no puede decir como Belén Esteban y su marido ambulanciero. El amor es el mejor bisturí.