Los (muchísimos) fans que tiene el maravilloso Quim Masferrer en Catalunya no podíamos haber tenido un mejor inicio de año que el que tuvimos mirando TV3. No hay mejor manera que empezar este 2023 que mirando su espectáculo teatral Bona gent por Televisión de Catalunya, una buena pensada que tuvieron a la hora de programar para la noche de este 1 de enero una de las representaciones de su extraordinario espectáculo, de un día que actuó en el mítico teatro Club Capitol de la Rambla de Barcelona. Éxito incontestable y lógicamente, la opción preferida y más vista por la audiencia catalana, líder, programa más visto el primer día del año, con un sensacional 20,3% de share y 407 mil espectadores. Una barbaridad.

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Quim Masferrer en 'Bona gent' / TV3
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Quim Masferrer en 'Bona gent' / TV3

El show fue una buena oportunidad para ver llevadas al máximo las virtudes del actor y presentador de Sant Feliu de Buixalleu que cada semana vemos en El Foraster. Empatía con el público, saber escuchar, gracia natural, rapidez mental y mucha, mucha coña para sacar el máximo de las anécdotas de vida que le iban diciendo algunas personas del público, la clave de la obra que lleva haciendo por Catalunya, Bona gent, donde el intérprete baja a la platea para escuchar y "compartir historias, compartir, un verbo que a mí me encanta," un verbo maravilloso que destacó, compartir las historias que se iba encontrando. Por ejemplo, en la función retransmitida por TV3, supimos que en los Mossos d'Esquadra hay lío, como el de una pareja de agentes que llevan enamorados 17 años. O la risa contagiosa de Isidoro. O su propia sobrina con su pareja, de quien reveló emocionado que se casa. O una pareja que se conoció en la playa del Estartit, que él tiene un acuario en medio del comedor que ella detesta, pero que sin embargo, se aman con locura.

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Quim Masferrer en 'Bona gent' / TV3

"El público siempre es diferente, cada día es diferente, y sin vosotros no habría espectáculo. Sois imprescindibles", decía al empezar, encima del escenario, para explicar cuál es la esencia de su espectáculo, la conversación con la gente que cada día lo va a ver, 400 personas diferentes, cada una con su historia a punto para compartir. Historias, a menudo, como las anteriormente mencionadas, que lo que hacen es provocar una carcajada en los compañeros de butaca, o en este caso, en los espectadores de TV3. Historias divertidas, curiosas, surrealistas y con mucho cachondeo, a menudo, sobre el mundo de la pareja. Pero como pasa a menudo también en El Foraster, después de llorar de risa con algún testimonio, nos emocionamos de mala manera. Porque alguna de las revelaciones que hizo Quim nos dejaron profundamente tocados. "Fue el detonante de querer hacer este espectáculo", confesaba Masferrer sobre lo que estaba a punto de explicar.

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Quim Masferrer en 'Bona gent' / TV3

Explica Quim que un día fue a actuar al teatro La Llotja de Lleida con su anterior espectáculo, una tragicomedia que se llamaba Temps. Al acabar la función, como hace siempre, salió al hall del teatro, donde había gente que se marchaba a casa y otros que se esperaban a hablar con él. Entre estos, una madre y su hijo. Y lo que le dijo no lo olvidará nunca: "Quim, te he venido a ver con mi hijo porque hace un mes murió mi marido, y hoy con mi hijo te hemos venido a ver en su honor". Él, sorprendido, quiso saber más. Un mes atrás, su marido salió a pasear, y en una calle de Lleida "cayó desplomado, murió de un infarto, un ataque cardiaco". Aunque la ambulancia lo llevó rápidamente a un hospital, no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Masferrer explica que al hombre lo tenían que identificar, y avisar a la familia para hacer el reconocimiento: "Ella dijo: 'mi marido salió a pasear solo, sin cartera, sin DNI, no llevaba ningún documento, solo llevaba dinero en el bolsillo de atrás". No podían avisar a la mujer y al hijo porque no sabían quién era..., excepto que tenían una única pista.

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Quim Masferrer en 'Bona gent' / TV3
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Quim Masferrer en 'Bona gent' / TV3

¿Cuál? Masferrer repite emocionado las palabras de la mujer: "En el hospital, en el bolsillo de la americana de mi marido, le encontraron dos entradas para venirte a ver a ti, hoy aquí... Yo no sabía que las había comprado, seguramente me quería hacer una sorpresa'". Masferrer, profundamente emocionado al recordarlo: "Hostia, cada vez que explico esto se me pone la piel de gallina... Aquella señora se emocionó, yo también, 'le hubiera gustado tanto estar hoy aquí'". Aquello lo dejó tocado, y al volver a casa después con su coche, pensó: "Pensando en esta historia, triste, pero bonita, no sé como definirlo, pensé 'ostras qué mierda que el público que me ha venido a ver no han conocido esta historia, porque esta señora y su hijo me lo explicaron después de la actuación. Desde aquel día pienso '¿a mí quién me viene a ver?'". Una reflexión que hace llorar. Una historia emocionante y conmovedora. Gracias al bueno de Quim por compartirla, a él que le gusta tanto este verbo. Y gracias sobre todo, a la señora de Lleida y su hijo, que lo compartieron con él. Seguro que su marido y padre, allí donde esté, estaría orgulloso de que aquella triste noticia, en el fondo, fue el detonante que hizo que hoy Bona gent sea una realidad, una obra (y ayer, un programa de tele) que nos emociona y conmueve. Quim Masferrer, eres muy buena gente.