El establishment españolista no ha tenido suficiente con la campaña de acoso y descrédito a Irene Montero, que sonaba para vicepresidenta del Gobierno durante las negociaciones para investir a Pedro Sánchez con el voto favorable de Unidas Podemos. Primero fueron los pelos del sobaco. Después, atacaron a su compañero Pablo Iglesias y su dentadura. La embestida consiguió el efecto deseado, con los socialistas dilapindando la oportunidad de alejar al trifachito de La Moncloa por "culpa" de las exigencias de sus potenciales socios. Bien, pues días después de aquel show lamentable ahora ha sido El Mundo el que ataca de nuevo: Irene Montero es "la niña que no está para vicepresidenta". Una sentencia con cimientos bien sólidos, como la prima tercera de la política madrileña.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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El planeta Tierra esperaba como agua de mayo el testimonio de la pariente de la política. Rigor, profundidad, periodismo puro. El leitmotiv de "profesionales" como Jorge Bustos o Javier Negre, dos de los hiperexcitados periodistas del diario, que han superado con creces las "fuentes relativamente objetivas" de El País. El correctivo al periódico ha sido merecido y contundente.

Irene Montero y Pablo Iglesias EFE

EFE

España, si no hay milagro o hecatombe nuclear, irá a elecciones, y el "cuento de la lechera" del PSOE y el guapo Sánchez se irá por el mismo sitio por donde muchos han tirado esta entrevista. Sí, ya sabemos de qué estamos hablando. La culpa es de Montero, su depilación y la juiciosa sentencia de su "prima tercera". País...