Hay una polémica vieja con una pizzería barcelonesa, Bo di Napoli (c/València 197), por un tuit del 28 de diciembre que ahora recupera Susanna Griso para hacer hervir la olla, nunca mejor dicho. Una clienta, que es profesora de francés y ex miembro del secretariado nacional de la ANC, tuiteó que el dueño del local no le quiso facilitar la carta en catalán. Y mira que es fácil traducir en un papel, pizza en catalán es "pizza".
C/València 197 ahora mismo al pedir carta en catalán :tots los catalanes tendrían d estar en la prisión y aqui falta Franco .... que corra .... pic.twitter.com/KurHUjjR0h
— Independencia ||*|| ���� (@CatNordBCN) 28 de diciembre de 2018
Espejo público va tarde y 3 semanas después entrevista al pizzero señor Dror Cohen. Griso cree que hace un programa de actualidad excepto cuando se pone anticatalán. Entonces siempre es buen día para hinchar una polémica sobre el catalán. El hombre dice que ha recibido amenazas a twitter por ser judío o contra sus hijos, intolerable como cualquier amenaza. Pero en Antena 3 les duele que quien no quiera no cene. El pizzero dice que ha perdido el 50% de la clientela. Lo más curioso es que quiere recuperarse rápido y muestra su carta, traducida al catalán como marca la ley, y en lugar de la constitucional bandera pone una estelada:
Griso no da crédito y el pizzero del Eixample responde: "Es un error del encargado al imprimirla". Después se lamenta "Se ha reducido la facturación al 50%, de casi 200 comensales, tenemos 50 clientes (por comida)". El pizzero niega el conflicto con la tuitera indignada por negarle la carta en catalán: "Esa señora rechazó hablar con el camarero porque es italiano y no habla catalán. Ella gritó "Cómo es posible que no hable catalán". Dice que lo tiene todo grabado y Griso le pide las cintas para emitirlas mañana. Veremos.
🔴DIRECTO| Dror Cohen es dueño de una pizzería boicoteada por los CRD que denuncia miles de llamadas intimidatorias y amenazas a sus hijos menores ▶https://t.co/897gn9dxri pic.twitter.com/VoSZfv9gpt
— Espejo Público (@EspejoPublico) 17 de enero de 2019
Al final es un conflicto privado entre una clienta que dice haberse sentido maltratada y un restaurador. Pero los tertulianos ultras de Griso sacan la Ley de Normalización Lingüística, denuncian boicots ("Ser equidistante es darle la razon a los que boicotean a un pequeño empresario") y Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela, remata: "En Galicia pocas cartas están en gallego porque hay la grandeza de una lengua en común. Es un problema solo de esa región de España (Catalunya), casos que solo se dan allí".
Quien se ha apuntado al show es el mayor usuario de establecimientos de restauración de Barcelona: churrerías, mercados y pizzas: Manuel Valls.
Un placer haber cenado en la pizzería @BOdiNAPOLI, un establecimiento de la ciudad de #Barcelona que sufrió una vergonzosa campaña de desprestigio y boicot en redes sociales por parte del separatismo intransigente. pic.twitter.com/pgAXOUHvmv
— Manuel Valls (@manuelvalls) 12 de enero de 2019
El pizzero dice que el nombre del local, Bo di Napoli, incluye una palabra en catalán (bo: bueno) para guiñar el ojo al país donde se instala y Griso cambia de tema (o no): entrevista al portavoz de Tabarnia. Un día de bucle más en la oficina.