La posible investidura de Pedro Sánchez alborota a todo el arco parlamentario español. Que la llave la pueda tener Junts y, por ende, Carles Puigdemont, provoca terrores nocturnos en el eje PP-VOX, pero también en el PSOE que representan pesos pesados históricos del partido, hermanados con la derecha españolista descaradamente. Hablamos de Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Corcuera, Nicolás Redondo Terreros o, entrando como una exhalación en el top 5 de bestialidades, José Luis Rodríguez Ibarra. El expresidente de Extremadura, retirado de la vida política, ha abierto la boca y la ha liado. "Quien viola la Constitución, viola a 40 millones de españoles'', sostiene, refiriéndose a una posible amnistía. Violar. Vaya término más desafortunado y asqueroso. La vieja escuela cada día más carca, casposa, machista y facha.

La salida de madre ha provocado la náusea y la ira de Pilar Rahola, que intervenía en el programa 'Todo es Mentira' de Cuatro. La escritora ha sido implacable y sarcástica: "¿Puedo enviarlo a la mieeeeeeeerda? O lo digo en francés, que es más suave. À la meeeeeeerde. Por favor, ¿no se habían extinguido los mamuts? ¡Qué puñetas hace este hombre! Utiliza la palabra violación, se otorga el derecho a hablar de los 40 millones de personas. Aún soy española, me guste poco o mucho y a mí no me cuentas''. Por suerte para Pilar, pensamos que Ibarra cifra en 40 los millones de víctimas porque considera que los catalanes no son españoles. 48 menos 8, 40. Pero vaya, que lo más importante ha sido la manera de fulminarlo, provocando la intervención del propio José Luis.

Ibarra llamaba al programa presentando hoy por Marta Flich, chica para todo en Mediaset, y lo hacía muy indignado, en línea con las palabras victimistas de su líder Felipe, que acusaba al PSOE de edadismo porque "ahora, cuando se tiene mi edad, te prohíben hablar". Ay, González. Cuánta hipocresía. En fin, que el extremeño saltaba contra Pilar haciéndose el herido: "No entro en los insultos, no me avergüenzo de ser viejo". Mantiene lo que dice de "violación", porque "la palabra violar tiene una acepción que viene a ser infringir, no a las relacionas sexuales. No hablo de violar sexualmente sino de romper un acuerdo que hicimos todos los españoles". Considera que los ofendidos por el término tienen "el sexo en el cerebro, están obsesionados."

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José Luis Rodríguez Ibarra / EFE

Rahola, evidentemente, no ha dejado la cosa aquí. Ha vuelto a ponerlo contra la pared con una contrarréplica de las que hacen pupa: "Cuando yo me refiero a que es un mamut es por las ideas, y no por la edad. En cualquier caso, me parece alguien que cimentó su carrera política en el discurso anticatalán. Pero llegando al punto de lo que usted dice de la violación, como mujer, creo que no es un tema de sexo en el seso, es un tema de cortesía mínima de no utilizar ciertas palabras. Pero, en cualquier caso, si hablamos de violación de la Constitución, la cal viva y los GAL deberían violar muchísimo. Empezamos a repasar las violaciones a la Constitución que su propio partido hizo en su momento, y en todo caso nos podemos poner todos muy contentos". Pilar añadía que "yo retiro lo de irse a la mierda", pero Ibarra quería más. "Es que usted no tiene la capacidad de mandarme a la mierda". Patinazo: se llevaba un zasca más de regalo: "Yo tengo la capacidad de mandar a la mierda a quien yo quiera". Se ha vuelto caliente a la caverna, Ibarra.

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Pilar Rahola y Rodríguez Ibarra / Cuatro