Purificación Martín Aguilera, más conocida como Norma Duval, parece incombustible. A sus 65 años, la vedette y presentadora de Barcelona presenta un aspecto envidiable. Siempre ha sido muy guapa, sí, pero a medida que ha ido pasando el tiempo ha recibido la ayuda de la ciencia para perpetuar su belleza. A veces, eso sí, se ha pasado tres pueblos y no era fácil reconocerla: el mejor ejemplo, el momento en el que se quitó la máscara de unicornio en el 'Mask Singer' de Antena 3. Iba tan operada, estirada y extrema que daba un poco de miedo. La Duval se sintió ofendida por los comentarios que generó su participación en el concurso de canto de famosos, argumentando que si alguien percibía algún tipo de distorsión, era fruto de una sesión de maquillaje minucioso. Que ella es la reencarnación de la diosa Venus y el resto unos malpensados y envidiosos. Y punto.

Norma Duval retrato EP

Norma Duval / Europa Press

Meses después de aquella aparición sobrenatural, la Norma vuelve a la primera línea del chismorreo en las redes por otra imagen de su estado actual. Y sí, está divina, pero pasa bastante tiempo frente al espejo 'tuneándose'. Ni hablar de salir de casa sin sesiones de 'chapa y pintura', ni mucho menos. Es lo que ha hecho para recibir la vacuna contra la covid en el famoso hospital Isabel Zendal de Madrid, la gran y polémica obra de su admirada Isabel Díaz Ayuso. Allí le administraron el remedio de Astrazeneca, ya que en la capital del estado han empezado a inyectarla a las personas de su edad. Nadie diría, sin embargo, que tiene 65 años. Y no sólo por la cara, tersa como la de una adolescente. También por un vestido que dejaba muy poco a la imaginación. La red alucina y se cachondea:

tuit Norma Duval vacunándose

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tuit Norma Duval vacunándose 5

tuits sobre Norma Duval vacunándose

Otro detalle que no ha pasado desapercibido: Duval cuelga fotos y vídeos con aquella alegría, sin hacer caso de un pequeño pero contundente cartelito que tiene en la espalda: "prohibido hacer fotos". Prohibido, claro, para el resto de mortales. Y ella no es de este mundo. Nadie la detuvo, ni mucho menos. Estaban todos deslumbrados por su presencia.