Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler decidieron poner punto y final a su relación el pasado 29 de noviembre, aunque no fue hasta la última semana de 2022 cuando la socialité decidió conceder la exclusiva a ‘Hola’. Desde entonces se habla en todos los medios de comunicación de esta polémica ruptura, que lejos de apaciguarse no deja de avivarse. Ahora mismo ambos están enfrentados. A la reina de corazones no le importa hablar a través de las revistas, mientras que el escritor se camufla en sus hijos, los que dan la cara ante las cámaras o en redes sociales.

Isabel Preysler ha vuelto a romper su silencio en contra de Mario Vargas Llosa por hablar mal de Tamara Falcó. “ Se reía de Tamara Falcó. Meterla en esto es caer muy bajo, ha traspasado los límites”, explicaba refiriéndose al relato del peruano Los Vientos. “Mario añadió dos párrafos a su famoso cuento de enero. Hablaba de las islas Marquesas y se reía de ella, una niña que solo ha sido amorosa con él”, cuenta.

Los hijos de Mario Vargas Llosa no perdonan que Isabel Preysler mostrase la carta de Patricia 

Los hijos del escritor, hartos de sus exclusivas, han roto su silencio. Están hartos de su arrogancia y han querido dejar las cosas muy claras. "No hay que tener miedo a Isabel Preysler. ¿Quién se cree que es? No le tenemos ningún miedo", han declarado ÁlvaroMorgana y Gonzalo, bastante cabreados.

Aunque no está claro, Isabel Preysler piensa, como madre, que meter a Tamara en estos es caer muy bajo. Los hijos de Mario Vargas Llosa están muy enfadados con la actitud de la reina de corazones. Esta semana se encuentran más unidos que nunca. Todos ellos han viajado a París para asistir a la ceremonia que organiza la Academia Francesa de la Lengua, donde se le nombró miembro de ésta. Como curiosidad, también ha asistido su exmujer, de quien parece que se arrepiente de haberse separado.

Los hijos de Vargas le declaran la guerra a Isabel Preysler. Bajo ningún concepto piensan perdonar a  la ex de su madre por hacer pública una carta que le escribió Patricia Llosa. "La indignación de la familia con Isabel es total. Si tienen que tomar cartas en el asunto, lo harán", han reconocido personas cercanas al entorno de los hijos del escritor. Éstos saben mucha información del clan Preysler y no les importa usarla en su contra. Si quieren jugar a ese juego jugarán.