Espejo Público tiene un grave problema. Bien, tiene unos cuantos. Pero el de contar con Fran Rivera como colaborador se ha convertido en una verdadera desgracia para Susanna Griso, Atresmedia y el mundo audiovisual en general. El torero ha provocado asco, indignación e incredulidad después de oír su "reflexión" en torno al suicidio de Verónica, la madrileña que se quitó la vida después de que se difundiera un vídeo sexual entre sus compañeros de trabajo en la planta de IVECO de Madrid.  "Que las mujeres no envien estos vídeos, los hombres (y yo soy hombre) no somos capaces de tener un vídeo así y no enseñarlo", decía el torero de VOX, en su descerebrado intento de condenar el acoso que llevó a esta mujer a acabar con su existencia.

Rivera cono Soto @f.r.paquirri

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Una reflexión propia de un absoluto inconsciente, que empezaba su lamentable exposición diciendo que "hay una máxima que siempre le digo a mí hija mayor: No se pueden mandar vídeos de este tipo". Lo que no se puede, Francisco, es utilizarlos para hacerte el "machote" y asediar a nadie. Existe una cosa que se llama intimidad, y que es precisamente lo que los seres primitivos y machistas (como aquellos entre los que te incluyes) no pueden violentar, ni siquiera para satisfacer sus morbosas inquietudes sexuales. Pobre familia, la de Rivera. Las conversaciones cotidianas en su casa tienen que ser para coger "el petate" y huir lo más lejos posible de este "intelectual del capote".

Los defensores de este torturador de animales indefensos no tardarán en resaltar las palabras de Rivera, que calificaba a aquellos que habían compartido el vídeo como "sabandijas", "malnacidos" o que sólo buscaban colgarse "medallitas". "Es de ser poco hombre", remataba, con la típica frase de un reaccionario que insulta, por ejemplo, a los homosexuales, con aquello tan gastado de "tengo muchos amigos gays, pero..." Vergüenza, Francisco, vergüenza. Por cierto que Griso tampoco ha estado muy fina. Ya no sólo por incorporar un indeseable a la nómina de tertulianos del programa, sino por una frase que parecía dar la razón a Rivera: "Me quedo con esta reflexión porque sabes que en los colegios se utilizan estos vídeos para el acoso de muchas chavalas". No, Susanna. La reflexión tendría que servir sólo para despedirlo fulminantemente. Y ya estáis tardando.