Ferran Adrià aparcó los fogones en el momento en que decidió cerrar El Bulli en pleno éxito. El chef catalán continuó con la investigación con su fundación El Bulli. Una nueva etapa en su vida mucho más relajada pero sin olvidar la gastronomía, su gran pasión. En menos de diez años consiguió tres estrellas Michelin junto a su hermano Albert. El restaurante permaneció abierto hasta 2021, pero a día de hoy continúa siendo el principio de la alta cocina.

El catalán reaparece en algunos programas de televisión como ‘MasterChef’ y también concede algunas entrevistas, donde destapa historias que a día de hoy aún no se conocían. En una ocasión, le ofrecieron abrir un restaurante en el estado Santiago Bernabéu, pero lo rechazó por su amor a Barcelona y al club de la casa, el FC Barcelona, era demasiado fanático como para irse a la competencia directa. “Había una parte que, siendo culé, no me resultaba fácil. En el del City no hubiera pasado nada, pero en el Bernabéu...”, ha confesado en una entrevista con ABC.
Ahora que Messi no está, aunque nunca se sabe si algún día podría volver al FC Barcelona para despedirse de su etapa profesional en el fútbol, le gustaría cocinarle a Lamine Yamal, el futuro del club. “Lo que está haciendo no lo hizo a su edad ni Messi, que para mí es el más grande (...) Es una locura”, dice deshaciéndose en elogios hacia el joven futbolista, que ha recibido multitud de críticas por su comportamiento y sus contestaciones.
El esfuerzo y sacrificio de Ferran Adriá le llevó al éxito
En una entrevista para el podcast de Uri Sabat explicó que a día de hoy no tiene ingresos regulares y que fundamentalmente está inmerso en la Fundación Elbullifoundation.
El catalán es una persona muy normal, no tiene coche y si fuese por él no gastaría ni en ropa, es su mujer “quien me obliga a comprar ropa cada dos o tres años”. De hecho, es muy común verle dar un paseo por la zona de plaza España de camino a su fundación.
Será recordado como el inventor de la alta cocina, pero sus inicios no fueron fáciles. Empezó como friegaplatos y con tan solo 22 años se convirtió en chef de ‘El Bulli’. “Trabajé como un c***** durante 25 años con mi socio, 16 horas al día y 330 días al año”, comenta. Solo con este esfuerzo pudo cumplir la promesa de retirarse a los 50 años. “Yo no conozco a nadie que haya llegado lejos trabajando y sin dedicarle muchas horas”, afirma alabando a la gente que elige sacrificarse para perseguir sus sueños.
