Uno de los aspectos más espinosos que algunos quieren legislar en España es el de los vientres de alquiler. Ahora están expresamente prohibidos pero algunos sectores luchan por legalizarlos. Ni con el nombre se ponen de acuerdo los partidos. Los favorables, como Ciudadanos, prefieren "maternidad subrogada". Cantantes famosos como Miguel Poveda, cuya representante es la novia de Albert Rivera, han recurrido a estas madres que ceden su útero para gestar un hijo. Parejas heterosexuales, pares homosexuales u homosexuales en solitario recurren en el extranjero. El debate de si es legítimo pagar a una señora, habitualmente en riesgo de exclusión en países pobres, para gestar se produce también en la TV. Espejo público lo ha abordado con una política del PP y un simpatizante de Ciudadanos: Celia Villalobos y Albert Castillón. El resultado es de barra de bar:

Como si fuera la campaña electoral andaluza, las dos derechas se arrancan los ojos. Villalobos ya no puede gestar y Castillón tampoco, pero se las tenían hasta el punto que Villalobos se ha cruzado todo el plató enfurecida para ponerse a un palmo del copresentador de Susanna Griso y gritarle: "Yo los sigo llamando 'vientres de alquiler' porque lo que están haciendo es abusar... ¡Abusar!". Albert Castillón responde: "Pero no os metáis con la vida. ¿Quiénes somos nosotros para decir quién quiere tener hijos? ¿Por qué condenáis a esta mujer que no puede tener ni adoptar?" Y Villalobos dice menos lobos: "Que mujeres que sean capaces de hacer ganar dinero a una serie de señores que son una pandilla de sinvergüenzas a cambio de seguir en la pobreza y la marginación, ¡no!" . Castillón advierte: "No me amenaces pero ven". Y miss Candy Crush admite "Perdona por haberme levantao".

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¿Regular o no los vientres de alquiler? Los que dudan lo tienen fácil: mirar qué partido defiende que se pague a una mujer para gestar a un hijo que venderá después del parto a un módico precio.