Gerard Piqué es ahora el hombre más perseguido de Catalunya. Cada cosa que hace es grabada por un paparazzi o peor, por un ciudadano armado con un móvil. En todas partes, en cada rincón del mundo hay un paparazzo escondido y sin cobrar. Es el problema de ser famoso y rico, y ser muy alto, muy guapo y con barba. Es reconocible desde lejos. ¿Piqué en una boda en el Empordà? Clic. ¿Piqué en una cena romántica en París? Clic. ¿Piqué a un partido infantil de béisbol en Gavà? Clic. Tanto da si va con su madre, la Dra Montserrat Bernabeu, con su nueva novia, Clara Chía o con su hijo pequeño Sasha. Es noticia. Y como juega poco a fútbol, ahora hay más fotos suyas vestido de calle que del Barça. Mala señal en un futbolista: o está lesionado o tiene problemas personales.

Gerard Piqué mira al cielo GTRES
Gerard Piqué mira al cielo GTRES

Piqué está inmerso en un proceso de separación de la pareja de hecho que formaba con Shakira, de la custodia de los hijos y tiene una guerra contra cierta prensa rosa, la de los paparazzis que lo persiguen. Hizo un comunicado pidiendo respecto de pero no puede hacer nada. Si camina por la calle o en el aeropuerto, puede ser grabado sin ningún impedimento. Y como coge aviones para hacer negocios u ocio, sabe que lo esperan en el Aeropuerto de El Prat. Así que ha decidido disfrazarse, intentar pasar a escondidas, de incógnito. Imposible. Es Piqué:

Gerard Piqué de incógnito EP
Gerard Piqué de incógnito EP
Gerard Piqué EP
Gerard Piqué EP

El vídeo hace sufrir. Vemos un Gerard Piqué con malas pulgas, sin abrir la boca, tenso, abrigado con un jersey grueso haciéndole de bufanda, una mascarilla cuando nadie la puerta, unas gafas de sol king size y una gorra calada hasta las cejas. Parece un delincuente entrando en una sala de juicios para no ser reconocido. Es Piqué disfrazado, se le reconoce. La periodista lo estaba esperando porque le habían dado el chivatazo: vuelve de Málaga en un vuelo después de ir a hacer negocios. Su empresa está construyendo un hotel en el solar de un antiguo cine de la ciudad andaluza. El vídeo de Piqué esquivando a la reportera creyendo que no lo reconocerían hace sufrir:

Para evitar a la prensa, ahora las reuniones de los abogados de Shakira y Piqué ya no se celebran en los despachos profesionales, que son de dominio público, sino en reservados de restaurantes de Barcelona. Eso sucedió el martes entre los representantes legales que intentan llegar a un acuerdo de custodia. Mientras eso pasa, Shakira y Piqué coinciden en un partido de béisbol de Sasha y se cruzan dos frases "¿Vaso a llevar al niño al cumpleaños"?. "Sí, tranquila, ya lo llevo yo". Sin casi ni mirarse a los ojos, los dos con gafas de sol. Del amor al odio hay un palmo. Y una amante.