Que una cuenta de twitter haga una lista negra de personas que no tendrían que pisar Catalunya es como quien hace una lista de la compra: le interesa a quién la hace y a nadie más. Pero Ana Rosa Quintana quería hacerse la víctima porque la lista indepe la encabeza Felipe VI y ella aparece "como la única periodista". El criterio de quien hace la lista es pésimo. Estaba cantado que se haría eco en su programa cuando nadie en Catalunya ha dado cancha a esta "boutade". AR se ha puesto el vestido de Scarlett O'Hara como quien grita "A Eduardo Inda pongo por testigo" para exclamar: "Como ciudadana libre que soy voy a ir a Catalunya porque es maravillosa y la adoro. Voy a Catalunya porque es España y me consta que soy muy querida en Catalunya":

Eduardo Inda calificaba la lista de "fascismo", y sabe de qué habla. "Dejaros de listas que iré a Catalunya siempre que me parezca, me dé la gana y me inviten mis amigos" aclara Ana Rosa. Sólo faltaría. Juega sucio insinuando que alguien le impide viajar a Catalunya y amplificando un tuit. Intolerantes hay por todas partes, como los que bramaban "A por ellos" pero si Quintana se pasa por Catalunya conocerá mejor el primer tema de su programa. Catalunya es su monomanía y estará bien que sobre el procés no se informe solo a través de Inda, Arcadi Calzada y Miquel Valls. Twitter ya le ha respondido en su cuenta profesional, puede venir cuando quiera:

Cuando AR venga a Catalunya se dará cuenta de que el responsable de hacer una lista negra cutre es quien la hace, no el independentismo, los teleespectadores o Catalunya en su totalidad.