A los Miguelines nos encantan las barras: suelen ser un espacio más cercano a la cocina, te permiten tener mayor interacción con el personal, tienen un "rollo" más informal e, incluso, dan pie a entablar conversación con otros comensales. Por desgracia, la gran mayoría de restaurantes no tienen barra, o esta no juega un rol relevante en el espacio. Pero como en todos los ámbitos de la vida, hay excepciones como la del restaurante Coure, que dispone de una de las mejores barras de Barcelona.
La historia de esta barra se remonta a hace 10 años, cuando Albert Ventura (chef y propietario), se propuso rentabilizar mejor el pequeño espacio que hay entre la entrada del restaurante y las escaleras que bajan a la sala. Decidió hacer algo pionero para un restaurante de categoría como el Coure: crear una barra con 10 taburetes en la que servir tapas y raciones gastronómicas, a un precio razonable y en un ambiente más relajado.
Tal fue su apuesta que Albert redecoró este espacio de la entrada, dándole un aire neoyorquino con la barra y suelo de madera natural, las luces que crean un ambiente íntimo pero que iluminan bien cada plato, la suave música tipo soul-jazz y unas curiosas cortinas metálicas. Sin duda, consiguió generar un ambiente moderno-elegante-fashion ideal para una cena informal y relajada en pareja.
La otra apuesta de Albert fue la carta. La barra del Coure tiene su propia propuesta gastronómica. En ella encontrarás desde las tapas clásicas de bar (ensaladilla rusa, croquetas, tortilla, etc.) hasta raciones más propias de restaurante (steak tartar, bœuf bourguignon, etc). Eso sí, pidas lo que pidas, todo saldrá de la misma cocina, de los mismos productos y con la misma exigencia de un restaurante que, aunque Albert no lo busque, se merecería un mayor reconocimiento por parte de cierta guía francesa.
Una de las ventajas de tener en la planta inferior un restaurante gastronómico es que la barra goza de un servicio más atento y profesional y de una extensa carta de vinos en la que encontrarás todo tipo de botellas. Además, de una rotativa selección de copas de vino.
En tu visita, puedes decantarte por tapas más clásicas, como por ejemplo las croquetas, que las van cambiando cada semana. Nosotros probamos las de pollo asado y eran una explosión de sabor, bien cremosas y súper crujientes. ¡Imposible no pedirlas!
Croquetas de pollo asado
Aunque te animamos a que también pruebes platillos más elaborados, como el bonito ligeramente marinado con cítricos acompañado de unos puerros confitados, o como el bœuf bourguignon cocinado a la perfección (la carne se podía cortar con la cuchara) y acompañado de un ligero puré de patatas (ligado con aceite de oliva en lugar de mantequilla) y una salsa híper gustosa que pide a gritos una ración de pan. Si te va la casquería, pide una ración de mollejas, éstas muy crujientes, jugosas y con una salsa con la que te comerás otra ración de pan.
Bonito marinado con puerros confitados
Bœuf bourguignon
Mollejas
Del ámbito dulce, probamos el de piña caramelizada con helado de yuzu y crema de chocolate y la torrija con helado de toffee. Ambos muy buenos, pero… ¡Qué maravilla de torrija! Bien impregnada y marcada. Cómo debe ser.
Piña caramelizada
Torrija con helado de toffee
Está claro que esta barra ha rodado ya muchos años y se nota: carta apta para todos los públicos, para muchos bolsillos, calidad de producto, excelente ejecución y un ambiente moderno-elegante. Ideal para ese Martes (o Miércoles o Jueves o …) “tonto” que buscas algo para disfrutar y acabar bien el día. ¿Ya has reservado?
| Puntuación | ||
|---|---|---|
| Comida | Vinos | |
| 70 | 75 | |
| Servicio | Local | |
| 70 | 70 | |
| Precio | Estrellas Miguelín | |
| 35€/pax |  |
|
| 4-5 platos a compartir, sin vinos | ||
¿Dónde está Barra del Coure?
Dirección: Pg. Marimon, 20, 08021 Barcelona
Horario: Martes, miércoles, jueves, viernes y sábado de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 0:00. Domingo y lunes cerrado.
Teléfono: 932 00 75 32