Juan Carlos I ha tenido siempre dos perdiciones: el dinero y las mujeres. Dos problemas que le han perjudicado en su reinado y han sido los que han acabado con su trono hasta el punto de tenerse que exiliar, una de las mayores deshonras para un monarca. El padre de Felipe VI era muy joven cuando le obligaron a casarse con la reina Sofía. Sus padres querían emparentar dos monarquías, pero ellos no sentían nada el uno por el otro. Lo veían más como una obligación que como amor. Además, en aquella época, el emérito mantenía una relación con Olghina de Robilant, una escritora y plebeya, de la que estaba profundamente enamorado. Pero Juan de Borbón se encargó personalmente de destruir aquella relación. Tal vez por ello Juan Carlos I tiene tanto inquina a Letizia.

Según Amadeo Martínez Inglés, un excoronel del ejército, Juan Carlos I era un “depredador sexual”. Ha perdido la cuenta en estos momentos, pero asegura que ha mantenido relaciones íntimas con más de 5.000 mujeres diferentes. Durante su reinado tenía una mujer en cada ciudad española. La mayoría de ellas eran prostitutas de lujo. En ocasiones utilizaba su poder para conocer a personalidades de la televisión. Se enamoró de cantantes, actrices, modelos y presentadoras. La mayoría eran caprichos del momento. Sin embargo, Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayà le robaron el corazón y complicaron su matrimonio con la reina Sofía y su reinado. La emérita hizo todo por quererle y estaba dispuesta a enamorarse y formar una familia solo por la corona, pero se sintió traicionada y humillada cuando descubrió sus infidelidades.
Juan Carlos I pidió a Adolfo Suárez que le presentase a Bárbara Rey
Ya se han presentado pruebas de algunas de estas relaciones extramatrimoniales, como la que mantuvo con Bárbara Rey, que aunque ella hablaba y hablaba algunos todavía no la creían hasta que aparecieron las fotografía en su casa donde el emérito se besa con ella. Según Pilar Eyre, fue Adolfo Suárez Illana quien les presentó. “Señor, os presento a una amiga, Bárbara Rey. Es de Totana y actriz, pero tiene mucha clase” apuntó Suárez a Juan Carlos I cuando les presentó.
Fue un flechazo a primera vista y desde ese momento los encuentros no cesaron. “Sábado por la noche de un día de invierno de 1994. En el chalé de Bárbara Rey, el Vega Sicilia está a 17 grados. Ha puesto dos copas y un plato de Jabugo. Los Cohiba, en su caja metálica. Ella está sola, esperando a su amado. El hombre al que está esperando, su amor desde hace ya 16 años, es el rey de España”. Una relación extramatrimonial que duró desde 1976 hasta 1994 y que acabó en el momento en el que Rey le exigió a Juan Carlos ser su única amante, algo que el emérito no estaba dispuesto a cumplir.
